Tras una larga y penosa enfermedad, el destacado dirigente gallego de 79 años dejó de existir físicamente, lo cual conmocionó a la colonia gallega y española en La Habana, que se movilizó de inmediato para asistir a sus funerales. Emigrante gallego, llegó como muchos otros a Cuba en la década de los años 50 del pasado siglo integrándose en la sociedad cubana, donde formó su propia familia y participó activamente en el quehacer de las Sociedades Gallegas.
Sus últimos años los dedicó a la revitalización de la Federación que uniría a todas las Sociedades Gallegas en Cuba, sueño éste que pudo ver hecho realidad. Su carácter afable, su humildad y sus anhelos de que todos los gallegos y sus sociedades salieran del aislamiento en que se encontraban y se unieran en una Federación fuerte que los representara lo hicieron merecedor del aprecio, estimación y bien ganado prestigio entre todos los que le conocieron, destacándose su amor por Cuba y por los cubanos.
Sus restos mortales fueron expuestos en la Funeraria de Zapata y 2 en el Vedado Habanero, que se vio abarrotada por cientos de amigos y representantes de organismos instituciones y Sociedades Españolas, que enviaron sus ofrendas florales, así como mensajes de condolencia. El sepelio se efectuó bajo un sol radiante en la Necrópolis ‘Cristóbal Colón’ en ésta capital. A su ingreso en la Capilla Central del Cementerio, la Banda de Gaitas y percusión del Conjunto ‘Aires Galegos da Habana’ interpretó la Antigua Marcha del Reino de Galicia.
La inhumación se efectuó en el monumental Panteón de la Sociedad ‘Naturales de Ortigueira’, donde se escucharon las notas del Himno Gallego cuando el féretro cubierto por la bandera azul y blanca de la Comunidad Autónoma hizo su entrada en el recinto mortuorio. Enrique Repiso, funcionario de la Oficina Administradora de Comunidades Gallegas en Cuba y amigo y compañero del ilustre fallecido, pronunció, visiblemente emocionado, las palabras de despedida de duelo en nombre de todos los presentes. Se refirió a las cualidades humanas y morales del desaparecido dirigente gallego. Se encontraban presentes en éste luctuoso acto acompañando a los familiares de Antonio Cougil, José Ramón Fernández, en representación del Órgano de Relaciones de la Dirección Provincial de Justicia, el recién nombrado cónsul general de España, Pablo Barrios Almazor, Sergio Toledo Bueno, vicepresidente de la F.S.G, Antonio Fidalgo y Carmelo González, consejeros C.R.E, Julio Santamarina, presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba, una representación de la Oficina de Asuntos Laborales y Sociales del C.G. de España en La Habana, congregaciones religiosas, sus compañeros de trabajo y cientos de amigos y presidentes y miembros de Federaciones de Sociedades Españolas así como los medios de prensa.
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Consiguió numerosos logros en el asociacionismo
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Antonio Cougil Fernández, que en el momento de su fallecimiento era presidente de la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba, nació el 19 de septiembre de 1928, en la aldea de Viveiro, en el Ayuntamiento Celanova, en Ourense, Galicia. El 6 julio de 1954 llega a Cuba, donde permaneció en su condición de emigrante por más de 52 años. Desde su llegada a la isla, se fue integrando en la colonia gallega en Cuba, asociándose gradualmente a distintas entidades gallegas, tales como la Beneficencia Naturales de Galicia, Centro Unión Orensana, Naturales de Ortigueira, Artística Gallega, Concepción Arenal, Rosalía de Castro, Unió Me1onesa, entre otras asociaciones; asumiendo responsabilidades dentro de las Juntas Directivas.
En el año 1991, al constituirse la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba fue uno de sus fundadores, ocupando varias responsabilidades hasta que asume su Presidencia en el año 1999; logrando con su tesonera labor la integración de todas las entidades gallegas radicadas en Cuba, la modificación de los Estatutos en función de una verdadera representación de la colonia gallega y el fortalecimiento de la unidad entre todas las asociaciones.