El Comité Federal del PSOE ratificó el 21 de junio, en un acto en el Teatro Circo Price, la candidatura del secretario general, Pedro Sánchez, a las próximas elecciones generales sin someterse a primarias al haber sido el único aspirante que logró los avales suficientes de la militancia. Con una proyección de una bandera española gigante a sus espaldas, Sánchez expuso ante los barones territoriales del partido y dirigentes como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero los dos “desafíos” principales, que se compromete a “erradicar” si llega a la Moncloa: el paro y la corrupción, todo ello englobado en un proyecto de una “España de las oportunidades, laica, libre de corrupción y federal, con la fuerza de su ejemplaridad interna y externa”.
Comienza así la precampaña de las generales previstas para noviembre en las que se enfrentará, si no hay cambios, a Mariano Rajoy (PP), Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos) y Alberto Garzón (IU).