Con la ley en la mano

Paren, por favor, esta violencia!!!

Por Ricardo Martínez Barros

“Yo creo que nos hará bien parar este camino de violencia…”. Porque la violencia sólo engendra más violencia Y así es difícil alcanzar la PAZ. Esa paz que desearon 20 mil millones de veces en los smartphones, tablets, androids, pantallas y resto de sistemas de comunicación en la noche del 31 de diciembre, pero que difícilmente encuentra acomodo en muchos hogares, pese a las constantes advertencias, como las que predicó el papa Francisco, en la homilía del “día de Año Nuevo”, insistiendo que “la paz comienza en casa…”.

De la paz y violencia en el hogar nos hablan las estadísticas, lo estudian en los muchos seminarios repartidos por todo el mundo, como el que se organizó hace pocas semanas en Bolivia (“Violencia de Género y Feminicidio”), y al que acudieron representantes de más de 20 países, y de la paz y violencia nos informan los medios de comunicación de la mayoría de las sociedades democráticas. Sin embargo aún queda un largo camino por recorrer, pese a los esfuerzos e instrumentos que se contienen en el ámbito del Derecho Internacional y pese a las medidas que muchos sistemas jurídicos han adoptado (España está a la cabeza).

Desde 1975 se celebra la Conferencia Mundial sobre la Mujer. Y en 1993 la ONU reconoce la urgente necesidad de aplicar a la mujer “los derechos y principios relativos a la igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad…” La violencia contra la mujer comienza en la infancia, y es en el entorno familiar donde está más enraizada , hasta el punto que se calcula que el 80% de las violaciones las llevan a cabo miembros de la familia de la víctima.

Pero no se puede analizar y dar soluciones a un problema sin conocer también la otra cara que nos muestra, en algunos casos, el uso indebido de los instrumentos legales para intentar lograr ciertas ventajas y beneficios de los que denuncian violaciones. ¿Hay alguna estadística sobre las “denuncias falsas” y las condenas “injustas” de hombres y mujeres por delitos de violación que no lo fueron? Yo no dispongo de esos datos. Y si los hay, debieran tener la misma publicidad que los otros. Como jurista sé del nimio castigo que reciben las “impostoras o impostores”. He visto familias rotas por “denuncias simuladas de violación dentro del matrimonio”. Y dispongo de datos sobre condenas por delito de violación que no lo son. Es preferible que queden 10 supuestos delincuentes libres que un inocente sea condenado. El daño causado a esta última persona es irreparable y de difícil justificación. Sin embargo el supuesto delincuente que queda libre, siempre es susceptible de ser perseguido si se descubren nuevas pruebas esenciales contra él.

Parar este camino de violencia!!!”, que resuena desde la Plaza de S. Pedro, no me parece un mal propósito para este año 2014 que inicia su recorrido. ¿Qué tal si comenzamos porque las agencias de noticias, que tanto despliegue realizan para enseñarnos el lujo que se derrocha en Fin de Año en las distintas capitales del mundo, nos exhiben también la situación precaria de las mujeres que habitan esas espectaculares ciudades de brillo y derroche?

Es posible que mi deseo se quede en una simple y mera querencia vespertina. Es posible. Pero también es posible que si una y mil voces gritan al unísono y en la misma dirección, todo puede cambiar, o no. Pero nos hará sentir bien por haber dado la voz de alarma y haber contribuido a que haya una concienciación del tema. Es otra forma de analizar y buscar la solución de los problemas.