Con la ley en la mano

Otra vez y….¡otra vez!

Por Ricardo Martínez Barros

“…Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos. Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. AquÍ no nos asombramos de nada…” Esta frase del poeta y prosista  Antonio Machado (1875-1939) me viene muy bien para hacer una reflexión, como jurista, sobre la necesidad de debatir y analizar  otros puntos de vista que, a priori, se antojan contrarios a los `principios y cánones que configuran el denominado “Estado de Derecho”.

De los 1,7 millones de españoles censados, sólo han votado 34.310, es decir, un porcentaje que apenas alcanza el 2% del censo. “Dos y dos cuatro”, se nos dirá, o lo que es lo mismo, “…al mundo de la emigración le importa tres rábanos el participar en las elecciones al Parlamento Europeo…” Pero aquí pensamos de forma diferente: Que esa baja participación no es tanto por el interés que puedan suscitar este tipo de elecciones, sino porque existen graves escollos para poder votar desde el extranjero. Y  que la actual LOREG no facilita ese derecho, porque está construida de espaldas y sin tener en cuenta la voz de los que, desnudos de ideologías partidistas, se ocupan de hacer posible lo que es necesario. ¿Acaso en un mundo de  bits en las que una parte importante de nuestros pagos se hacen de forma “virtual” y nuestras opiniones se materializan  desde un simple móvil de ultima tecnología no se pueden arbitrar sistemas de voto fácil, rápido y eficiente? “Dos y dos cuatro…o no”?

Esta mañana me desayunaba con una noticia en un diario local, en el que se mencionaba a nuestro Despacho por haber conseguido ante el Tribunal Supremo que a  la viuda e hijos de un marinero muerto en accidente ocurrido hace 9 años en Irlanda (“fuera de su horario de trabajo y de su barco”)  les reconociesen las prestaciones como si se tratase de un “accidente en el trabajo”. Siempre he tenido fe en los resultados obtenidos con el esfuerzo ¿o acaso no  es este el lema de los emigrantes? Han tenido que pasar nueve años para que una viuda y unos huérfanos de marinero viesen reconocidos sus derechos. Y es el esfuerzo y la confianza en el trabajo lo que nos ha conducido a este resultado

Bueno, pues esto que parece tan obvio, no lo era en la mente de los jueces y magistrados que rechazaron durante 9 años tal tesis hasta que el TS puso las cosas en su sitio. ¿Por qué se perdieron 9 años de luchas en los juzgados y tribunales? ¿por qué tanta energía y paciencia desaprovechada? Pues simplemente porque se aferraron a la literalidad de la norma y a la “interpretación inercial” para casos similares. 2 y 2 no necesariamente tienen que ser siempre “4”, a veces pueden ser  22. Y en el mundo de la emigración “una y otra vez” repetimos errores, nos enzarzamos en luchas partidistas estériles y no somos capaces de analizar la realidad. Realidad como la que  nos ofrece el último dato sobre participación de voto. ¡¡¡Un dos por ciento!!! Esto es muy grave, y es  algo que debiera hacer meditar a unos y a otros  ¿Es tan  difícil oir y ver que algo se está haciendo mal? Y si es así, ¿somos tan ineptos que no percibimos el crecimiento de grupos extremos, que encuentra el campo abonado de los descontentos, de los marginados, de los que piensan que otra forma de gobernar es posible?

¿Cómo se soluciona? Pues oyendo a la “emigración” y viendo lo que aparece tan nítido y lacerante ante nuestros ojos. Y, a partir de ahí, será más fácil dar con los resultados que demanda este colectivo. Sólo se necesita voluntad de análisis, conocimiento de la realidad, y capacidad para resolver. Y todo esto para que no tengamos necesidad de repetir el descalabro…otra vez.