Ofrenda a Rosalía de Castro y misa en la catedral de Montevideo para festejar el Día de Galicia

Los actos organizados en la capital uruguaya finalizaron con una comida de hermandad en el Centro Orensano

Actuación tras la ofrenda a Rosalía de Castro en la Plaza de Galicia.

El frío amilanó a mucha gente, aseguró Eduardo Alonso el presidente de la Unión de Sociedades Gallegas del Uruguay, aunque igualmente un buen número de personas acudió a la ofrenda floral ante el busto de Rosalía de Castro que marca el reconocimiento a la Galicia que vio partir a tantos de sus hijos y que hoy recibe a muchos de sus descendientes que vuelven a recorrer el camino inverso de sus abuelos o padres.
Tras las sentidas palabras de Alonso, y de entonar el himno de Galicia, un grupo de danzas de Casa de Galicia interpretó algunos temas que hicieron desprender alguna lágrima a los emigrantes. Cuando todo hacía pensar que ya se acabaría, el son de un paso doble y la invitación de los bailarines, llevó a que varios directivos salieran a la pista a entusiasmadamente calentar con alegría y baile el frío domingo.
Ya pasado el mediodía, fue la Catedral de Montevideo, la que recibió al colectivo gallego que reside en Uruguay donde, organizada por el Patronato da Cultura Galega y con el auspicio de la USG, el padre Aurelio Vázquez, celebró la tradicional misa en lengua gallega que recoge el sentimiento más profundo del día del Apóstol.
Las celebraciones culminaron en un ‘xantar de irmandade’ que se realizó en el Centro Orensano de Montevideo, donde además de dirigirse Alonso como presidente de la Unión a todos los asistentes, agradeciéndoles su participación y explicando la importancia de mantener estas celebraciones “hermanados en todos los actos que realizamos”, expresó su agradecimiento al Patronato da Cultura Galega por la santa misa que organiza todos los años y que en este en particular, tuvo un lleno casi total de la Catedral al ser Año Xacobeo.
Finalmente el presidente del Centro Orensano de Montevideo, Xurxo Vázquez, le entregó un reconocimiento a través de una medalla al padre Aurelio Vázquez quién, sumamente emocionado, respondió las palabras con un reconocimiento a las actividades que en el Centro se realizan para mantener vivas las raíces gallegas.