El texto dice que “por ser una distinción que concede el Gobierno gallego a personas o instituciones por sus méritos al servicio de Galicia en cualquier aspecto de la realidad social, cultural o económica, el Grupo Parlamentario Popular de Galicia presenta una Proposición no de ley para su debate en Pleno”, con el objeto de que el Parlamento inste a la Xunta a la entrega de dicha medalla.
Dedicación a Galicia
Los populares consideran que la vida de Cuiña “estuvo dedicada al servicio de Galicia y su trabajo a favor del desarrollo del autogobierno de la Comunidad Autónoma concitaron un reconocimiento unánime y sin exclusión desde todos los campos políticos, sociales y económicos”. “Evidentemente -sigue la información del PPdeG-, este reconocimiento sincero y unánime del conjunto de la sociedad gallega al trabajo y dedicación de Xosé Cuiña en el servicio a su tierra no es fruto de la casualidad. Viene justificado por toda su vida, una vida vinculada a la Política, una vida marcada por su profunda admiración a Galicia”.
Su labor política comenzó en 1979, cuando fue elegido como primer alcalde de la democracia en su villa natal de Lalín, cargo en el que sirvió durante más de 10 años. Tras pasar por la Presidencia de la Diputación de Pontevedra, fue elegido diputado del Parlamento de Galicia y llegó a formar parte del Gobierno de la Comunidad. “Fue justo en la responsabilidad que le encomendó el presidente Fraga, la dirección de la Consellería de Obras Públicas e Ordenación do Territorio, donde gracias a su acertada gestión Xosé Cuiña logró los frutos más relevantes para Galicia. Así, en el campo de las comunicaciones, existe un antes y un después de su trabajo. En sus más de 13 años como conselleiro, fue el artífice político de la modernización de las infraestructuras gallegas: impulsó y supervisó la construcción de las autovías de conexión con la Meseta”, le atribuye el Partido Popular de Galicia.
Su acción política vino siempre marcada por un galleguismo integrador y solidario. Desde su responsabilidad de secretario general del PPdeG, fue capaz de contribuir a la consolidación del sistema gallego de partidos, fundamento básico de la democracia. En definitiva, concluye el PP que son muchos y muy relevantes los méritos conseguidos por Xosé Cuiña a lo largo de una vida entregada al servicio y a la defensa de los intereses de Galicia, y “es especialmente significativa la inusual coincidencia del conjunto de la sociedad gallega en su sincero reconocimiento”.
Los grupos parlamentarios de PSdeG y BNG rehusaron en estos momentos, “por respeto”, el análisis de la trayectoria política del recientemente fallecido ni comenzar “una carrera partidaria” sobre su figura, y recordaron que la concesión de la Medalla de Galicia corresponde a la Xunta, no al Parlamento. El portavoz del PSdeG, Ismael Rego, argumentó que no quieren participar “en el inicio de una competición partidaria a costa de su trayectoria”, cuando acaba de producirse su muerte y expresó “el máximo respeto y aprecio” de todos los socialistas y “especialmente” de su secretario xeral y presidente de la Xunta, Pérez Touriño, para con el político de Lalín.
Carlos Aymerich, portavoz del BNG, tampoco ve un momento idóneo para el debate y apuntó que es el Consello de la Xunta el que debe evaluar los precedentes y la actuación del político y tener en cuenta “a otras personas” que también ejercieron como altos cargos de la Administración.