Núñez Feijóo y Patxi López elogian a los emigrantes gallegos en el 25º Día de Galicia en Euskadi

Ambos dirigentes destacaron los lazos comunes de los dos pueblos y la importante aportación de la comunidad gallega a la sociedad vasca

Patxi López y Alberto Núñez Feijóo con un grupo de gaiteros.

“Me siento profundamente orgulloso de la integración social y cultural que nuestras colectividades han conseguido en esta sociedad. Detrás están los valores de responsabilidad, trabajo y dedicación que, desde siempre, han caracterizado al pueblo gallego. Pero, también, por supuesto, la generosidad y el espíritu de convivencia del pueblo vasco”. Así lo manifestó el domingo 20 de junio el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en Llodio durante el acto de celebración del 25º Día de Galicia en Euskadi, en el que también estuvo el lehendakari, Patxi López, el cual aseguró que “son muchos” los nexos entre Euskadi y Galicia. López señaló también que la gallega es una comunidad profundamente arraigada en el País Vasco que ha dedicado “mucho esfuerzo y trabajo al progreso y bienestar de este pueblo”.
Feijóo agradeció el “intenso trabajo” de los cientos de gallegos que residen en el País Vasco por “mantener viva la esencia de nuestro pueblo”. “Sin duda, os distingue un carácter emprendedor y arriesgado. Pero, también, una inteligencia y generosidad que, afortunadamente, logró diluir el paralizante sentimiento de nostalgia en una tarea activa que ha conseguido actualizar constantemente en el País Vasco las tradiciones gallegas” subrayó.
El presidente gallego se mostró convencido de que la tierra gallega “fue pionera y acercó al mundo algo fundamental para entender correctamente ese fenómeno que llamamos globalización”. Así, Feijóo aludió al carácter abierto de Galicia y Euskadi para señalar que “ni gallegos ni vascos tuvieron miedo al entendimiento, sino que fueron precursores de un mundo que tiene que construirse sobre la diversidad cultural y la convivencia pacífica”.
Feijóo expresó su orgullo por el “buen lugar en que ese comportamiento deja a Galicia”; una actitud que, dijo, “se hace imprescindible para superar acontecimientos luctuosos y convertir Euskadi en ejemplo de progreso y tolerancia”.
El jefe del Gobierno gallego se refirió la dos episodios que “unieron con especial intensidad” la historia de Galicia y Euskadi. El primero de ellos, recordó, fue el fallecimiento de Miguel Blanco, “que inició su vida como gallego y la terminó como símbolo vasco”, destacó. El segundo, prosiguió, “se produjo hace algo más de un año cuando la casualidad quiso que comenzáramos al tiempo una etapa de esperanza”.
En el Día de Galicia, se entregó la Insignia de Oro y la Anduriña de Prata a Manuel Ramón García Soto y Juan Pedro Morín Bentejac, respectivamente. El Lehendakari mantuvo previamente un encuentro privado con los presidentes de los Centros Gallegos de Euskadi.