Una de las organizadoras, Carmina Lomas, relata la experiencia del paseo:
Se empezó a planear con bastante tiempo de antelación, había que decidir varias cosas: las personas que irían, el medio de transporte, pero sobre todo, el lugar del paseo. Una amiga de la Casa de Madrid en México, Gabriela Becerra, nos dio la idea de ir al Parque Nacional Izta-Popo. Salimos el sábado dos de abril a las 9:30 de la mañana, en una camioneta Mercedes, muy cómoda y con un chofer muy amable que manejó de forma prudente. La salida de la ciudad fue un poco lenta por el tránsito, pero entre la charla, el paisaje y los bocadillos que Martha Díaz nos obsequió, ya que muy previsora los llevaba a la mano (nos debió ver cara de hambre), no se nos hizo pesado.
Llegamos a Amecameca (municipio del Estado de México) y en la entrada nos esperaba Gabriela para servirnos de guía. Subimos entre pinares y paisajes maravillosos alrededor de 10 kilómetros, después descansamos 20 minutos con el fin de aclimatarnos a la altura. Allí Gabriela nos explicó las excavaciones destinadas a la ‘cosecha de agua’ que en temporada de lluvias sirve para alimentar los mantos freáticos y las corrientes subterráneas; también vimos una gran cantidad de pinos con sus propios letreros que indicaban los años en que fueron plantados.
Volvimos al autobús y Gabriela nos guió hasta el Paso de Cortés (puerto montañoso de 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar), en el que hay un refugio, donde los que van a subir a la montaña o hacer senderismo se registran, por si a alguien se le dificulta la vuelta poder salir a su encuentro.
Después de la comida (empanadillas, tortilla de patatas, croquetas, macarrones) salimos por los senderos. Yo me quedé a mitad del camino con mi hijo Carlos. Ahí sentados en plena naturaleza, rodeados de silencio, sin prisas, disfrutamos de un cielo azul y nubes blanquísimas, espectáculo al que ya no estamos acostumbrados en la ciudad. Además, conocimos el pino exclusivo de esa zona que se llama ‘pino de las alturas’ o ‘pino hartewi’ y es verdaderamente hermoso.
Los campeones que hicieron el paseo completo fueron Javier, Marisol, Ana Luisa, José Luis, Martha, Daniel, Amanda con sus hijas, Maya y Vera, Trilse, Carlos, Darana y por supuesto, Gaby. ¡Bien por ellos!
A las 16:30 emprendimos el regreso, con la imagen de una naturaleza grandiosa en la retina, y algo quemaditos por el sol de la montaña. Llegamos a la Casa de Madrid alrededor de las 19:00 horas, cansados pero contentos.
El Parque Izta-Popo
El primer antecedente de protección ecológica de esta región se da en 1933 al declararse zona protegida los terrenos situados en las vertientes y planicies que la conforman. Posteriormente, en 1935, el presidente Lázaro Cárdenas lo declara primer parque nacional de su administración (tercero en el país).
Su ubicación lo hace fundamental para la generación de servicios ambientales a la región más densamente poblada de México: al poniente la Ciudad de México y el valle de Chalco; en el oriente las ciudades de Puebla, Atlixco, Izúcar de Matamoros y Texmelucan; y al sur, Cuernavaca, Cuautla y Yautepec. Sus boscosas montañas captan y filtran el agua que abastece a dos importantes cuencas hidrológicas: la del Valle de México y la del alto Balsas, al mismo tiempo que generan una vigorosa red hidrográfica. Dado el papel fundamental que cumplen estas montañas como verdaderas ‘fábricas de agua’ fueron incluidas en 2003 dentro del Programa Nacional las 60 montañas prioritarias de México de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
En este parque habitan 467 especies, de las cuales 23 son endémicas y 30 se encuentran bajo algún criterio de protección. Se encuentran especies únicas en el planeta, como el conejo zacatuche o teporingo, y es refugio de animales como el venado cola blanca, el lince, la zorra gris, el cacomixtle y el coatí.
Por otro lado, el parque ofrece grandes atractivos turísticos, ya que se puede practicar montañismo, rappel, ciclismo de montaña o senderismo; también se puede escalar en roca, acampar, volar en parapente o en ala delta.
Cabe destacar que el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) restringe el acceso por emergencia volcánica, por lo que se recomienda consultar su página web http://www.cenapred.gob.mx. antes de programar una visita o preguntar directamente en la dirección de correo: iztapopo@conanp.gob.mx.