En la última etapa, Mark Cavendish y Mattew Goss calcularon mal su estrategia y todo se fue al traste con las ganas de Tyler Farrar. El de Garmin sumó su segunda victoria en esta Vuelta.
En medio del pelotón entró Nibali ya como vencedor final, por lo que subió al podio a enfundarse el maillot rojo definitivo, una victoria que ‘el tiburón de Messina’ espera “que sea la primera de muchas”. A su lado subió al podio Ezequiel Mosquera, quien no ganó la Vuelta “pero sí a la afición”, a la que agradeció su calor en toda la carrera. Peter Velits, el invitado anónimo, se hizo con el tercer escalón.
La Vuelta del 75 aniversario ofreció etapas interesantes, gracias a un recorrido de montaña y finales con trampas, rampas o puertos cercanos a meta que obligaron a los favoritos a medir sus fuerzas. Se mantuvo el interés hasta el final, hasta la inédita etapa de la Bola del Mundo, un hallazgo para sucesivas ediciones. Y quedó la duda de qué hubiera pasado si la desgracia no se hubiera cebado con Igor Antón cuando iba con el maillot rojo.