Nadal regresa definitivamente con su victoria sobre Federer en Madrid

La Caja Mágica acogió un duelo de titanes entre Federer y Nadal. Allí la venganza se servía fría, la de 12.000 gargantas y un tenista con deudas pendientes en el foso madrileño. La de una derrota sufrida ante el mismo rival, en el mismo escenario y sin ocasión de ser saldada en un todo año.
Victora, récord y revancha
Hacía 12 meses que los dos grandes dominadores del circuito no cruzaban sus raquetas, quizá por eso quiso el azar darle una nueva oportunidad al torneo de la capital de España. Pero esta vez Nadal se unió a la fiesta. Ni barquillos, ni churros, ni bocatas de calamares; ni siquiera fútbol. Sólo hubo pelotas de tenis, las que puso el jugador balear en cada esquina de la pista, mientras Federer a la carrera se agotaba en infructuosos peloteos bajo el yugo de un martillo pilón.
El que marcó el patrón de juego del español con bolas altas al revés, ganadores paralelos a la línea, arrancadas endiabladas, derrapes sobre la línea de fondo y cambios de altura en los peloteos para evitar las acometidas de un Federer más enrabietado que nunca. Qué salió a por todas, a morir y dispuesto a defender un título que el año pasado marcó la senda del nuevo reinado helvético, aunque esta vez la historia fue distinta.
Arrancó el duelo con ambos tenistas temerosos e inseguros con el servicio, dos roturas a las primeras de cambio templaron los nervios y asentaron las bases del primer set, que se decidió con 3-3 en el luminoso: Nadal volvió a hacer valer la fuerza de su resto, firmando un break que defendió hasta el 6-4. El segundo set fue un calco del primero, con el español dominando en el juego y en el marcador, pero el helvético recuperó su rictus ganador y las dos roturas que le infringió Rafa. Así se llegó al tie break, donde el español simplemente fue mejor que el suizo.
Nadal, además, superó a André Agassi en el número de Masters 1.000 ganados, ahora ya con 18 para el de Manacor. El español, que ya ganó este torneo en 2005, aparecerá el lunes como número dos del mundo, y se presentará en París imbatido en tierra batida esta temporada con 15 victorias.