Los incendios forestales que se declararon en la Península en los últimos días están ya estabilizados o controlados, salvo en Las Hurdes (Cáceres), aunque el riesgo sigue siendo extremo en prácticamente todo el país debido a las altas temperaturas.
En Cataluña, los bomberos apagaron el incendio de Veciana y Pujalt (Barcelona), que afectó a 85 hectáreas, aunque continúan trabajando en el de Horta de Sant Joan (Tarragona), en fase de control, que quemó 1.140 hectáreas. Cinco bomberos murieron en este incendio, mientras que el sexto permanece ingresado en la unidad de quemados del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona en estado grave.
En Aragón, ardieron 12.000 hectáreas (Alloza, Los Olmos, Corbalán-Cedrillas y Aliaga); en Extremadura, 3.000, en la comarca cacereña de Las Hurdes; en Andalucía se carbonizaron 6 hectáreas en Granada (Lanjarón y Lecrín) y en Almería, 2.600 (en el parque natural de Sierra Cabrera, cerca de Mojácar).
También se registraron incendios en la Comunidad Valenciana (Segorbe), en Baleares (Santa Eulalia y Palma), y Ceuta.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, el riesgo de incendio forestal es máximo en la mitad meridional y el cuadrante nororiental de la Península, en Baleares y en las islas canarias de Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro.
El temporal en Galicia provoca dos muertes
Un fuerte temporal de lluvia afectó Galicia, en la misma jornada en que el resto de España estaba en alerta amarilla por las altas temperaturas, provocando varios accidentes de tráfico -con el resultado de dos muertos- y la evacuación de un centenar de niños de un campamento escolar en Entrimo (Ourense). Según informó el servicio de emergencias 112 Galicia, el paso del frente lluvioso dejó, también, diversos árboles caídos e inundaciones leves en aparcamientos, casas y carreteras de varias localidades de la Comunidad. La intensidad de las lluvias, que dejaron 94 litros por metro cuadrado en Vilagarcía de Arousa o 68 en Santiago, cifras superiores a las esperadas para todo el mes, provocaron desprendimientos de tierra y piedras en carreteras de Bergondo, Muros, Ferrol, Ribadavia y Samos.