Muere en México el poeta español Tomás Segovia, el hijo del exilio

Nacido en 1927, desarrolló sus estudios en el Liceo Francés de Madrid, y también en Francia y Marruecos, y fue en el periodo de la Guerra Civil cuando su familia se trasladó a México, donde ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma, en la que más adelante trabajaría en su área de divulgación cultural. Hoy, la prestigiosa revista de este centro donde colaboraba y se le dedicaban artículos está de luto, junto con el Fondo de Cultura Económica y Pre-Textos, las editoriales que habían ido publicando sus obras a ambos lados del Atlántico.

Referente inexcusable del exilio español en México, Segovia siempre rehuyó de etiquetas que simplificaran orígenes geográficos o patrias. Para el excelente traductor de libros como el monumental ‘Shakespeare’ de Harold Bloom, la poesía era el único país del poeta, y su tiempo actual, su campo de acción más allá de lenguas y nacionalidades. Así lo puso de manifiesto en diversas ocasiones a lo largo de una trayectoria muy activa: fundó la publicación ‘Presencia’ en 1946 y dirigió la ‘Revista Mexicana de Literatura’ entre los años 1958-1963; se dedicó a la enseñanza en el Instituto de Intérpretes y Traductores, y a la investigación en El Colegio de México, y fue profesor visitante en la Universidad de Princeton. Asimismo, se dedicó a la difusión cultural en Montevideo en 1963-64, a lo que siguió una estancia en París como colaborador de editoriales. Autor todoterreno cultivó también la prosa, el teatro y el ensayo.

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, afimó que “con la muerte de Tomás Segovia, las letras españolas pierden a uno de los grandes referentes de lo que se ha denominado la generación de poetas españoles en el exilio”. Segovia recibió, entre otros, los premios Juan Rulfo o el Octavio Paz. “Aunque pasó más de media vida en el exilio, circunstancia que marcó toda su obra, supo mantener su vinculación con España sin rencor”, señaló Caffarel.