En el marco de la Jornada que, como cada año, organiza el Instituto Ramón Rubial de la Fundación Ideas en la sede del Instituto Cervantes de Nueva York, Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores y de Cooperación, hizo un detallado repaso a los vínculos existentes ente España y Estados Unidos desde hace dos años, sin dejar pasar por alto que “no hay nada que envidiar a la relación del periodo anterior entre las administraciones de Bush y Aznar”.
En cuanto a las relaciones económicas, financieras y de inversión, Moratinos resaltó que “EE.UU. sigue siendo el principal receptor de las inversiones españolas en el exterior y viceversa, además de dar importancia a determinadas áreas nuevas como las energías renovables y eólicas o la economía verde en las que el propio presidente Obama nos ha ayudado a publicitar. Así EE.UU. constata que la empresa internacional española sabe moverse y ha sabido penetrar en el mercado norteamericano, que no es nada fácil”.
El ministro también hizo referencia a la presencia española cultural y lingüística como nuestra seña de identidad y nuestra palanca para movilizar y atraer el interés de los jóvenes americanos, una tarea aún pendiente.
Concluyó diciendo que “tenemos que seguir mirando nuevas fronteras en las relaciones España-EE.UU., que pasan por las nuevas generaciones de españoles que no solo vienen a estudiar a EE.UU., sino que vienen a investigar. Los grandes científicos españoles son los que van a hacer historia”.
La inauguración de la Jornada corrió a cargo de la directora de la Ciudadanía Española en el Exterior, Pilar Pin y la primera mesa, moderada por Cristina García Baylo, directora de Comunicación de la Fundación Ideas, abordó la comunicación y la cultura española a través de las ponencias de Eduardo Lago, director del Instituto Cervantes de Nueva York, Gemma García, corresponsal del TVE en Nueva York, Javier del Pino, corresponsal de la Cadena SER en Washington y Juan Manuel Benítez, presentador y reportero de NY1.
En la segunda mesa se trató de aportar algo de luz a los tan debatidos Objetivos del Milenio. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Pablo de Laiglesia, trató de aclarar por qué, en época de crisis, en España se habla de una tasa que permitiría dar unos recursos seguros para la cooperación al desarrollo en el mundo entero. “La tasa es complicada de gestionar, pero es el instrumento adecuado para dar solución a los problemas que ahora tenemos, además de continuar con el esfuerzo de todos los países donantes”, afirmó.
Luis Martí, consejero principal por España del Banco Interamericano de Desarrollo, centró su ponencia en Latinoamérica. Según sus planteamientos, “la imagen general es positiva por el rápido crecimiento económico de la región y porque las políticas sociales se consolidan en el continente”, aunque defendió que se mantuviese la cooperación con países de renta media concretando el tipo de ayuda que se les da.
El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Columbia, José Antonio Ocampo, dejó bastante claro que un punto importante en la cooperación española es ayudar a que muchos países de renta media se conviertan en cooperantes y apoyo la tasa propuestas por el presidente Zapatero. Bisila Bokoko, directora Ejecutiva de la Cámara de Comercio España-EE.UU., hizo una reflexión asegurando que “nuestro problema es transmitir lo que podemos hacer, porque hacerlo lo estamos haciendo bien. Muchas de las empresas españolas ya están trabajando en los Objetivos del Milenio pero no está lo suficientemente publicitado. Esto es en lo que tenemos que trabajar”.