Mientras, Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, dijo que ya no tiene por qué dar apoyo político al PSOE.
El líder del PSC y futuro presidente de la Generalitat, José Montilla, prometió un Gobierno que “piense en Cataluña”, “no sometido a tutelas de partido ni injerencias externas” y que “ofrece y reclama lealtad institucional”. Así se expresó en el auditorio del Parlamento catalán, donde presentó, junto a los líderes de ERC e ICV, la Entesa Nacional de Progrés, como fue bautizada la nueva edición del tripartito catalán. Montilla prometió encabezar un Gobierno de “largo recorrido” y que no caerá en los “errores del pasado”. Se mostró seguro de que será un Ejecutivo “estable” porque está basado en una mayoría “fuerte” de los grupos de izquierda. Lanzó un mensaje dirigido al PSOE al decir que no estará “sometido a tutelas de partido ni injerencias externas” y que “ofrece y reclama lealtad institucional”.
El líder del PSC también se refirió a la relación “fraternal” con “el resto de pueblos de España” y aseguró que su Gobierno trabajará desde “el diálogo con flexibilidad y generosidad, pero sin olvidar nuestras convicciones”. Montilla fue el tercero en intervenir, tras los que serán su vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, y el líder de ICV, Joan Saura. Carod aseguró que el nuevo tripartito “es la mejor garantía para la cohesión nacional y social”, ya que integrará a nacionalistas y no nacionalistas en un gabinete que será “más Gobierno que coalición”. Carod-Rovira subrayó que el nuevo Ejecutivo no “irá contra nadie” ni “mirará los orígenes de la gente ni los apellidos de nadie”, y subrayó que nadie debe dudar que “seremos un Gobierno fuerte con voluntad de construir” y que “gobernará con la mano tendida hacia todos los sectores políticos” de fuera del Gobierno, “porque hay retos que son de todos” y porque “no hay margen para el resentimiento, venganza o rencor”.
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Un tripartito “estable y sólido”
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Por su parte, Joan Saura prometió que el nuevo tripartito, “estable y sólido”, “transparente y riguroso”, gobernará “para todos los catalanes”. Tras felicitarse de que los catalanes les diesen “la oportunidad de continuar el proceso de cambio iniciado en 2003”, auguró que esta Entesa Nacional de Progrés “no será un paréntesis en la historia de Cataluña”. Mientras, en Madrid, CiU votó en contra de dos proyectos gubernamentales en la comisión de Justicia. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, advirtió a los socialistas de que si piensan que “no servimos para gobernar en Cataluña, tampoco servimos para hacerlo en España” y añadió que “CiU no tiene por qué dar a partir de ahora ningún apoyo político al PSOE” en las Cortes y en otros frentes de la vida política. El dirigente nacionalista sólo exceptuó de esta ruptura el proceso de paz en Euskadi, en el que su formación seguirá apoyando.