Miles de personas se manifiestan en Barcelona contra el recorte del Estatut

La Generalitat reclama “rehacer los puentes” entre Cataluña y el Estado

La manifestación fue encabezada por una gran ‘senyera’ catalana. EFE

La manifestación congregó a un millón cien mil personas, según la Guardia Urbana, una cifra que la entidad organizadora, Òmnium Cultural, elevó a un millón y medio, mientras que Lynce, una empresa que, mediante estudios informáticos de imágenes fijas y en movimiento, contabiliza a los participantes en aglomeraciones humanas, facilitó a Efe una estimación sistematizada de 56.000 personas.
Organizadores y partidos han coincidido en comparar la manifestación de hoy con la vivida en la Transición (1977), también con un millón de personas.
La jornada transcurrió sin incidentes, salvo al final de la protesta, cuando el presidente catalán, José Montilla, tuvo que salir protegido por un cordón de seguridad, en un ambiente de tensión, silbidos e insultos, que llegó incluso a un aparente intento de agresión por parte de un manifestante exaltado.
La protesta estuvo encabezada por una ‘senyera’ de 250 metros cuadrados portada por ciudadanos y liderada por Montilla, el presidente del Parlament, Ernest Benach, y los ex presidentes Jordi Pujol, Pasqual Maragall, Joan Rigol y Heribert Barrera. Detrás de las máximas autoridades institucionales, los líderes políticos portaban la pancarta con el lema de la manifestación: “Somos una nación. Nosotros decidimos”.
Allí estaban, entre otros, el líder de CiU, Artur Mas, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y el secretario general de ICV, Joan Herrera. El PPC y Ciutadans están de acuerdo con la sentencia del TC y rechazaron la protesta. No estuvieron presentes los ministros catalanes, los socialistas Carme Chacón y Celestino Corbacho.
El presidente Montilla opinó que la marcha fue “globalmente positiva y unitaria” y relativizó su deriva independentista: “Había muchas más personas que banderas independentistas”, dijo.
El conseller de Política Territorial de la Generalitat, Joaquim Nadal, instó al Gobierno central a aprovechar el debate del estado de la nación para “rehacer los puentes” entre Cataluña y España que, a su juicio, ha roto la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.
El secretario general de ERC, Joan Ridao, abogó para que ahora se dé “un paso hacia adelante” y se inicie “una transición pacífica y democrática hacia la independencia”.
El presidente de CiU, Artur Más, recordó que Cataluña ha apostado en los últimos treinta años por actuar de “buena fe” y “encajar en el marco constitucional”, pero aseguró que esta etapa se está acabando.
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, convocó a los ciudadanos, como apuesta de futuro, a “un proyecto común para toda España” que “abrigue la fuerza de la unidad”.

El TC dice que no hay más nación que España y que el castellano también es vehicular

La sentencia del TC afirma que los Estatutos de Autonomía son normas subordinadas a la Constitución y resta eficacia jurídica a la referencia del Estatut de “Cataluña como nación” diciendo que la Carta Magna “no conoce otra nación que la española” .
Además, el TC señala que el castellano debe tener la misma consideración de “lengua vehicular” que el catalán en el modelo escolar de esa Comunidad.
La sentencia “blinda” la continuidad de las provincias en Cataluña, aunque da la opción de que pasen a denominarse veguerías.
El tribunal justifica la anulación de muchos de los artículos referidos a la Justicia diciendo que el Estatut incurre en un “evidente exceso” al crear un Consejo de Justicia de Cataluña como “órgano de gobierno del poder judicial” en esta Comunidad.
Por el contrario, el TC acepta el régimen de la Comisión Bilateral, porque no excluye otros marcos de relación de la Generalitat, y el que se prevea paliar el déficit histórico de inversiones en infraestructuras en Cataluña, pero deja claro que “sólo corresponde” al Estado determinar el “esfuerzo fiscal”.