Miles de personas asistieron en el Obradoiro a un espectáculo con tecnología en 3-D

La Vía Láctea proyectada sobre la fachada de la catedral.

Miles de personas se han dado cita en la noche del 24 de julio en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela para presenciar el espectáculo de luz y sonido que ha cautivado a los asistentes con la última tecnología tridimensional, informó EFE. Al contrario de lo que viene siendo habitual, en esta ocasión se ha prescindido de la tradicional quema de la fachada de la catedral compostelana y los organizadores han optado por un montaje multimedia que ha impactado en el público asistente al recrear un itinerario por la historia del templo. El espectáculo ha sido seguido en directo por miles de personas y ha abierto la jornada del 25 de julio, en la que se conmemora el Día de Galicia. A los miles de personas que han seguido en directo el desarrollo del espectáculo en el Obradoiro se ha sumado mucha gente que ha podido presenciarlo desde la Alameda, lugar en el que se tiene una vista privilegiada de la fachada de la catedral, y también desde la ladera del monte Pedroso. Pese a la crisis, el espectáculo ha sido adjudicado en 399.400 euros a la empresa General de Producciones y Diseño.

Por vez primera en la historia de los fuegos del Apóstol, esta noche se ha utilizado la tecnología tridimensional aplicada a la proyección sobre monumentos con la técnica denominada ‘mapping’, que ha permitido lograr efectos de movimiento con un gran realismo y sensación de volumen. De esta forma, el público ha podido contemplar cómo a través de los efectos de realidad virtual se han conseguido recrear volúmenes dando la sensación de que no existía ni rastro del templo. Los encargados de diseñar el espectáculo han conseguido mostrar al público un itinerario por la historia de la catedral, en el que se recrea un bosque celta encantado, se contempló el traslado del Apóstol en una barca de piedra navegando sobre el agua, el templo se abría para mostrar al público el sepulcro de Santiago, se simuló un incendio de la basílica, o la aparición del Pórtico de la Gloria.