Mediante esta figura, la actividad ganadera contribuye a la conservación del medio y al desarrollo de la zona donde se establece, y la sociedad le paga por ello. Para ello, se pagará sólo a ganaderos que tengan un manejo determinado de la explotación que contribuya a mantener el territorio y el paisaje.
A su juicio, una premisa fundamental para el desarrollo rural es compatibilizar el cuidado del medio con la rentabilidad económica, y una de las mejores fórmulas es establecer algún tipo de actividad agrícola o ganadera ligada al territorio. A través de estos contratos se lograría hacer más rentable dicha actividad.
Lastra habló de esta alternativa en el marco de la jornada ‘Las políticas ganaderas y de desarrollo rural en Asturias’, organizada por la Unión de Campesinos Asturianos (UCA) en Oviedo.
Por otra parte, dijo que es necesario, como complemento a estas actividades, llevar a cabo políticas de diversificación económica, que den alternativas a “alternativas a las personas que quieran seguir ligadas al medio rural, sin dedicarse exclusivamente, y casi por obligación, a la ganadería”.