“De forma precipitada e inesperada abandono hoy la querida tierra venezolana. Me habría gustado haber tenido el tiempo y la oportunidad para despedirme personalmente, pero las circunstancias no lo han permitido. Por ello, y pidiendo de antemano disculpas, remito estas breves líneas de despedida, con mi agradecimiento por el afecto y apoyo que he recibido durante estos intensos diez meses en los que he tenido el privilegio de residir en Venezuela, en mi condición de Embajador de España”.
Este es el primer párrafo de la carta que Jesús Silva Fernández envió a modo de despedida a los representantes de las entidades españolas que funcionan en Venezuela y a otras personalidades venezolanas.
Luego de ser declarado como persona no grata por el gobierno venezolano, se le otorgaron al embajador de España en Venezuela 72 horas para su salida del país. El retorno lo emprendió el diplomático en el vuelo nocturno de Air Europa del lunes 29 de enero. Fue una despedida triste porque Silva Fernández en solo diez meses supo granjearse el aprecio de la colectividad española por el trato franco y accesible que dispensó, involucrándose inmediatamente en la cotidianidad que se vive en Venezuela.
Su carta de despedida, continua así:
“Me llevo muchos gratos recuerdos y muchos amigos. También un sentimiento de admiración y respeto hacia los venezolanos, luchadores inquebrantables. También me llevo el recuerdo de la belleza del país y de sus maravillosas gentes, que me han hecho sentir un venezolano más”.
“Me voy con la conciencia tranquila de haber trabajado para intentar ayudar a reconciliar a los venezolanos y a conseguir una convivencia en paz, prosperidad y en libertad. Ese es mi gran deseo para todos mis hermanos venezolanos”.
En el comunicado declarando persona no grata al Embajador de España, se alegaba injerencia por parte del gobierno de Mariano Rajoy en Venezuela, después que la Unión Europea decidiera imponer sanciones a diferentes dirigentes gubernamentales venezolanos.
Por lo pronto, no se conoce si la medida de expulsión será irreversible, pero la Embajada de España y el Consulado de España en Venezuela continúan cumpliendo normalmente sus labores de atención al público.