Había dictadas tres medidas cautelares para proteger a la mujer.
Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana en un chalé donde la mujer, de nacionalidad argentina y que había denunciado a su marido por malos tratos en dos ocasiones, tenía previsto establecerse definitivamente con su actual pareja después de residir con su marido en la localidad madrileña de Ajalvir. El sargento del Ejército de Tierra se presentó en la vivienda, donde tras abrirle la puerta el compañero sentimental de la mujer, el teniente Andrés Marzal, de 38 años, le disparó dos veces para, seguidamente, ir en busca de la mujer, a la que encontró en la cocina y a quien le pegó tres tiros. Antes de quitarse la vida llamó al teléfono de emergencias 112 para comunicar que en esa vivienda había dos cadáveres y que pronto iba a haber tres, según explicó el delegado del Gobierno, Máximo Díaz-Cano.
La víctima, que estaba en trámites de separación y que trabajaba en Torrejón de Ardoz (Madrid), había denunciado a su marido en dos ocasiones, en 2003 y en 2006, en el cuartel de la Guardia Civil de Daganzo, por lo que tenía tres medidas cautelares vigentes dictadas por el juzgado de instrucción número 1 de Torrejón de Ardoz, que actuó de guardia. Según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid, el 2 de septiembre de 2006 el citado juzgado dictó una orden de alejamiento para que el presunto agresor no se acercara a su ex mujer a menos de 500 metros y le prohibió comunicarse con ella y su hijo, aunque la incumplió en mayo de 2007, por lo que fue detenido y luego puesto en libertad.
Además, en la misma fecha de septiembre de 2006, el juez del número 1 de Torrejón dictó una medida cautelar para que José Javier entregara la escopeta de aire comprimido que tenía en su poder, así como otras armas que pudiera tener. El caso lo sigue ahora el juzgado número 5 de Torrejón, encargado de los casos de Violencia de Género.
La pistola utilizada por el presunto homicida para cometer el doble crimen la había adquirido por sus propios medios y que no disponía de un arma reglamentaria porque su destino y su puesto no lo requería.
La mujer llevaba un dispositivo de telealarma y estaba siendo atendida por el Centro de la Mujer de Torrejón, aunque el 25 de marzo de 2008 la Comunidad de Madrid se puso en contacto con el Centro de la Mujer de Alovera para interesarse por el sistema de localización de Castilla-La Mancha ante la intención de la víctima de asentarse en Alovera, dijo la responsable del Instituto de la Mujer en Guadalajara, Pilar Andrés.