Más de un centenar de personas se reunieron en el homenaje que la Confederación Sindical de CCOO y la Fundación 1º de Mayo organizaron a Leónides Montero, el 22 de Mayo de 2012. El primer secretario de Emigración de CCOO falleció en Palma de Mallorca el 15 de mayo de 2012. Amigos, compañeros de la emigración, trabajadores que le conocieron y familiares se desplazaron hasta Madrid para participar en este homenaje.
Numerosas personas, instituciones u organizaciones enviaron mensajes de reconocimiento, tal ha sido el caso de la Secretaria General de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Marina del Corral, o del Comisario de la Competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia, ex ministro de trabajo que le otorgó la Medalla de Honor de la Emigración y envió un testimonio grabado en recuerdo de Leónides.
La proyección de un video que recogía aspectos biográficos sobre su infancia, la emigración familiar y la exterior, a Alemania y Suiza, su experiencia laboral, su condición autodidacta y de lector incansable, su impulso a la creación de la Asociación de Trabajadores Emigrantes Españoles en Suiza -ATEES-, su compromiso antifranquista, su liderazgo en la emigración o su entrega al sindicalismo y la defensa de los derechos de los emigrados sirvió de introducción al acto.
Las intervenciones que siguieron dibujaron contornos más precisos de este sindicalista. Su sobrino, José Antonio Sánchez Montero, describió la imagen legendaria que su mente de niño construyó sobre Leónides, el respaldo familiar a su actividad y el silencio cómplice cuando la policía les pedía información sobre él.
Javier Casas, amigo e interlocutor del Instituto Español de Emigración, señaló su rigor, su activismo y su renuncia a una vida familiar, aunque la familia le arropó al final en Sigüenza y Palma de Mallorca. Recordó encuentros y afectos y alabó el acierto de Leónides al entregar su archivo a la Fundación 1º de Mayo.
Antonio Gutiérrez, ex secretario confederal de CCOO entre 1987 y 2000, reconoció en Leónides el carácter colectivo que el proyecto de CCOO significó en sus orígenes. Relató como su actividad entre los emigrantes impregnó la sensibilidad del sindicato hacia las migraciones, contribuyendo a que la xenofobia no alcanzara en España la virulencia de otros países. No tuvo CCOO que improvisar una política migratoria porque estaba en el ADN de la organización. Resaltó su fortaleza de carácter y su condición de deportista, que le llevó a extrapolar el respeto de la práctica deportiva a la vida política y sindical.
Ignacio Fernández Toxo, secretario Confederal de Comisiones Obreras, cerró este homenaje. Señaló el relieve que cobraba la actuación de Montero, el mismo día que la ministra de Empleo anunciaba un acuerdo para que Alemania contrate cinco mil jóvenes trabajadores.
Se refirió Ignacio Fernández Toxo al giro lingüístico que presenta como ‘movilidad exterior’ un proceso migratorio de carácter laboral clásico. El trabajo realizado por Montero, destacó Fernández Toxo, sentó las bases para que la inmigración no cogiera a Comisiones Obreras por sorpresa, pues la organización contaba ya con una asentada tradición en ese ámbito.
Mencionó la necesidad de los trabajadores de actuar colectivamente y de organizarse para salir de la difícil situación actual. Alabó, en especial, la curiosidad intelectual de Leónides y su disciplina cotidiana de lectura y escritura. Su interés por cuestiones tan amplias como la religión, por ejemplo, le llevó a proyectar un libro sobre el tema, y a plasmar por escrito sus reflexiones sobre ese y otros numerosos asuntos de la realidad social que le interesaban.
Agradeció a la familia sus respaldo y señaló, finalmente, que la condición de sindicalista la mostró hasta el final, en su último acto sindical, la entrega de su legado documental a la Fundación 1º de Mayo, para que lo preserve para las futuras generaciones.