Al respecto, María José Porteiro precisó que “espero que antes de fin de año podamos tener un delegado o delegada sólo para Uruguay”, aunque hizo saber su anhelo de que los gallegos en esta margen del Plata “me sigan teniendo entre sus amigas preferentes y seguiré trabajando por ellos donde quiera que esté”, aseguró.
Consultada acerca de la diferencia entre la colectividad de ambas orillas del río ancho como mar, indicó que “la colectividad gallega del Uruguay, por lo menos los representantes que yo conozco, son más abarcables, es más fácil establecer contacto, y a pesar de ser una colectividad muy numerosa de ciudadanos procedentes de Galicia, están centralizados en un número más reducidos de asociaciones y por lo tanto en poco tiempo he podido conoceros a todos, sus instalaciones y las actividades que hacen; y tengo una idea más cabal en este tiempo que llevo aquí, quizás mejor de la colectividad de Uruguay que de la Argentina”.
Porteiro recorrió en esta visita las instalaciones de Hijos de Galicia y del Valle Miñor, justamente en esta última pudo apreciar las actividades que jóvenes realizan cultivando las tradiciones gallegas, tanto en danza como música, además de las actividades de bolos, fútbol y piragüismo.
Afirmó que ha vivido más galleguidad mientras ha estado en la diáspora que la que ha vivido en la propia Galicia, ya que “a 12.000 kilómetros es muy hermoso ver tocar una gaita, escuchar hablar en gallego”. Sin embargo, les propuso a los directivos presididos por Luis Cerviño en la Unión y Carlos Barcia en el Valle Miñor, que fomenten la creación “de un nuevo vínculo con la tierra, que el vínculo que tenían sus padres y sus abuelos que en un momento dado vivió una gran ruptura y un gran dolor, se recree ahora con las nuevas generaciones que busquen argumentos y motivaciones para volver a conectarse con Galicia, que creen una nueva visión de lo que significa ser gallego desde aquí, y que expandan los límites de la patria y hagan una Galicia más universal todavía desde Uruguay”.