María Antonia Rabanillo destaca que la Ley de la Ciudadanía en el Exterior define con claridad el concepto de ciudadano

La presidenta de la Agrupación de Sociedades en Cuba resalta que la norma busca la igualdad de derechos con los residentes en el territorio autonómico

María Antonia Rabanillo Dámera.

La presidenta de la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas (ASCyL), María Antonia Rabanillo Dámera, expresó a Castilla y León Exterior su satisfacción por la aprobación de la Ley de la Ciudadanía Castellana y Leonesa en el Exterior por parte de las Cortes Regionales tras el proyecto remitido por el Gobierno autonómico, cuyo texto fue publicado el pasado 15 de noviembre y entró en vigor el lunes 25 de noviembre.
“La Ley es una demostración de la importancia que la Junta de Castilla y León le concede a sus ciudadanos en el exterior y es consecuente con la decisión mostrada por el presidente de la Junta en que estos ciudadanos no pierdan su vínculo con la Comunidad.  Decisión que se inició cuando las condiciones económicas eran más favorables y que se ha adaptado a las condiciones actuales pero sin perder prioridad”, señaló la dirigente de la colectividad en Cuba.
María Antonia Rabanillo tuvo un recuerdo especial para los promotores de este cambio normativo: “Creo también que la Ley reconoce el trabajo que antes y ahora se ha realizado por un grupo de dirigentes y funcionarios del Gobierno de la Comunidad para que las ideas se conviertan en acciones. Han demostrado no sólo profesionalidad sino que le han aportado a esta tarea amor y una dedicación especial.
“Considero que es una Ley amplia pero precisa, que define con claridad el concepto de ciudadano de Castilla y León. Es amplia porque generosamente considera no sólo a los nacidos en esta región de España que han emigrado a otras tierras, sino a los que hayan fijado su residencia en Castilla y León y sus descendientes”, explicó la presidenta de ASCyL.
La participación
Rabanillo añadió que “también es una Ley amplia, no sólo en su valoración de los oriundos de Castilla y León que residen en el exterior, sino por las posibilidades que brinda en la participación en la vida social, cultural y política de la Comunidad”. Respecto a las variaciones del texto en su tramitación indicó que “la nueva versión de la Ley ratifica la posibilidad de participar en las decisiones que toma el Gobierno de la Comunidad a través de la participación de las asociaciones que lo representan en el órgano consultivo creado para evaluar las decisiones sobre el tema”.
En cuanto a los aspectos sociosanitarios, señaló que “dentro del marco legal existente, busca la igualdad de derechos del residente en el exterior con el residente dentro de la Comunidad, en especial para garantizar la atención sanitaria y social en el lugar de residencia y en las ocasiones que se visite la Comunidad, dando un enfoque especial a las mujeres y los jóvenes castellanos y leoneses residentes en el exterior”.
Incidiendo en las medidas de cara a los descendientes de los emigrantes resaltó que “hasta la fecha, los jóvenes tenían la posibilidad de acceso a los estudios de postgrado. La Ley establece la posibilidad de que jóvenes castellanos y leoneses en el exterior realicen sus estudios universitarios en Castilla y León, que es uno de los anhelos de los jóvenes en Cuba”.
La presidenta de la Agrupación de Sociedades en aquel país relacionó esta aportación con los beneficios que puede reportar a los hijos y nietos de los emigrantes. “Una parte importante de los jóvenes castellanos y leoneses que han tenido acceso a la nacionalidad por la Ley de la Memoria Histórica tienen, dentro de sus metas, el lograr insertarse en el mercado laboral español y en especial de Castilla y León. Esta posibilidad la establece con claridad la Ley y considero que tiene ventajas no sólo para estos jóvenes, sino que permite que jóvenes con una alta formación pueda trabajar en la Comunidad. Esta posibilidad se complementa con los planes de atención al retornado en fijar su residencia en Castilla y León”, aseguró Rabanillo Dámera.
Las asociaciones
También se refirió a lo que afecta a las entidades. “Uno de los cambios más importante en mi opinión de la nueva Ley con respecto a la anterior, es el reconocimiento de las comunidades de Castilla y León que tengan en su ámbito de actuación no sólo las de toda la Comunidad sino las que puedan tener un ámbito provincial y municipal. Nuestras asociaciones, todas centenarias o casi centenarias, reconocen la condición de castellanos y leoneses pero haciendo énfasis en los vinculados con una provincia o municipio. El cambio de reglamento de las asociaciones en Cuba está detenido hasta la emisión de la nueva Ley de asociaciones y era un impedimento crucial para el reconocimiento de nuestras asociaciones”, declaró la presidenta de ASCyL.
“Otro aspecto importante de la Ley -añadió- es el reconocimiento de las asociaciones y sus federaciones como el vínculo idóneo para el Gobierno de Castilla y León con sus residentes en el exterior, lo que constituye un respaldo y un estímulo para que estas personas se vinculen con las asociaciones”.
“Por último -concluyó María Antonia Rabanillo-, otro aspecto de la Ley es el establecimiento de planes plurianuales que garanticen que esta Ley se cumpla. Además, le permite a las asociaciones evaluar dichos planes y hacer recomendaciones, aportando criterios a partir de su experiencia en el quehacer diario en los lugares de residencia”.