Maria Antònia Munar se enfrenta a seis años de cárcel por presunta corrupción

El juez abrió juicio oral contra ella y Miquel Nadal

Maria Antònia Munar.

El juez del llamado Caso Maquillaje de supuesta corrupción abrió juicio oral contra Munar y el que fue su ‘delfín político’ y ex vicepresidente del Consell Miquel Nadal, para quienes la Fiscalía Anticorrupción pide seis años de prisión y catorce más de inhabilitación por malversación, falsedad y prevaricación, informó EFE.

Tanto Munar como Nadal, ambos ex presidentes de Unió Mallorquina, serán juzgados en la Audiencia de Palma junto a otras ocho personas, entre ellas la ex directora insular de Comunicación Margarita Sotomayor, así como funcionarios, empresarios y particulares que actuaron como testaferros.El juicio corresponde a una pieza separada del caso, en la cual se investiga la concesión de dos subvenciones por 120.000 euros cada una desde el Consell de Mallorca -gobernado entonces por UM y PP- a empresas audiovisuales vinculadas a los acusados. Los imputados, según indica la Fiscalía en su escrito de acusación, “se concertaron para beneficiar de manera arbitraria con fondos públicos” a dichas sociedades, con las que, afirma, “tenían estrecha relación de propiedad”. Este desvío se hizo, según el fiscal, “con desprecio total de las normas administrativas y legales de contratación pública”, con documentos oficiales “de contenido absolutamente inveraz” y con facturas falsas, todo ello para beneficiar a mercantiles “próximas a miembros destacados del partido Unió Mallorquina”.

En concreto, la pieza se refiere a dos subvenciones otorgadas por el Consell en 2004 y 2005 a la productora Vídeo U, la mitad de la cual había sido adquirida poco tiempo antes por Munar y Nadal, mediante dos testaferros o ‘socios aparentes’, Miguel Sard y Victor García, que se enfrentan a 2 años y 3 meses de prisión. Ello lo hicieron a sabiendas, según el fiscal, de que los cargos electos no pueden participar en más de un 10 por ciento en empresas que contratan con la Administración: “Maria Antònia Munar y Miquel Nadal tenían pleno conocimiento de la incompatibilidad legal, de ahí que buscaran una forma (uso de testaferros) que ocultara su verdadera participación en la sociedad”, afirma .