Manifestación ante la oficina consular en Basilea como último intento para evitar su cierre

La federación Femaes pide el cese del director de Españoles en el Exterior, Luis Fernández-Cid, y del embajador en Suiza, Miguel Ángel de Frutos

La agencia consular de Basilea cerró sus puertas al finalizar el turno del pasado sábado 14 de septiembre. A partir de ahora los españoles que acudían a esta oficina deberán trasladarse al consulado en Berna, a unos 100 kilómetros de distancia.

En un último intento por evitar este cierre un grupo de españoles se manifestaron frente a la oficina de la Administración española para denunciar que con esta medida se dificulta la atención a unos 10.000 ciudadanos que son los que residen en esta ciudad y alrededores. La protesta consistió en la escenificación de un funeral con lamentos por la desaparición de la oficina.

Asimismo, la Federación del Movimiento Asociativos Español en Suiza (Femaes) envió una carta abierta el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, en la que piden el ceso del director general de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares y Migratorios, Luis Fernández-Cid, y del embajador de España en Suiza, Miguel Ángel de Frutos por esta medida y por lo sucedido en las elecciones al CRE de Berna-Basilea de 2011 ya que desde la Femaes consideran a ambos funcionarios “carentes del perfil adecuado para el ejercicio de las funciones del servicio del Estado en el exterior”.

Desde la Femaes no encuentran razones para el cierre de la oficina consular y señalan que daba servicio a unos 10.000 españoles residentes en el área de Basilea y que se trata de la ciudad más dinámica y gran centro industrial del país.

Por ello señalan que, en su opinión, el cierre responde a motivos ideológicos y políticos.

Según Femaes las ideológicas se confirman con las recientes declaraciones del embajador De Frutos a un grupo de representantes del movimientos asociativo que demuestran “su perversa opinión del desarrollo cultural de la emigración española”. Las políticas porque así se dificultará la presencia del movimiento asociativo en el CRE de Berna-Basilea al suprimirse, con el cierre de la oficina, la urna donde se votaba cuando había elecciones para el Consejo de Residentes, facilitando el “chalaneo bipartidista” en el control de este órgano.