La provincia de Almería tiene unas 1.000 hectáreas de viñedos y tiene registradas una veintena de bodegas.
Alonso destacó la importancia, cada vez mayor, de este tipo de turismo “como un importante elemento de desarrollo socioeconómico para determinadas áreas geográficas de la Comunidad, ya que constribuye a la promoción del destino, ayuda a incrementar y mejorar la producción del vino, impusla el sector hostelero y reactiva la artesanía local”.
Por su parte, Martín Soler alabó el esfurezo de productores y bodegas de la zona para diferenciar, identificar y certificar la calidad de los mejores vinos de Almería, hasta lograr cinco menciones de calidad Vinos de la Tierra. “La fusión de tres conceptos como turismo, cultura del vino y dieta mediterránea en un entorno como la provincia de Almería permitirá explotar con garantías de éxito el potencianl del enoturismo en nuestra región”, añadió el titular de Agricultura y Pesca.