El traslado, según explicó a EFE el tío de Miguel Ángel, Aurelio Garrido, se hizo con discreción y en la más estricta intimidad “porque Consuelo, la madre del concejal, así lo pidió y además no quiso saber cómo ni cuando se hacía, para no reactivar su dolor, así que sólo le dije que ya estaba hecho cuando habían pasado unas horas”. En la conmemoración del décimo aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, el día 12 de julio, la familia ya tenía la intención de realizar el traslado de los restos mortales, pero “no se hizo para que nadie en Ermua se sintiese ofendido, ya que el pueblo se portó fenomenal con la familia”, agregó el hermano de la madre.
Según Garrido, el sepelio contó con el párroco de Faramontaos (A Merca) y una decena de familiares y amigos del pueblo, que dejaron un ramo de flores depositado sobre el panteón familiar, cuyo primer enterramiento fue el de Miguel Ángel. El alcalde de A Merca, José Velo, busca financiación para un parque al que quiere dar el nombre del joven asesinado y un monumento.