Los profesionales de Casa de Galicia de Montevideo salvan a un bebé que pesó 460 gramos al nacer

Tras casi tres meses internada la pequeña Maia ya ha sido dada de alta y está perfectamente

Unidad de cuidados intensivos para recién nacidos del sanatorio de Casa de Galicia.

Una madre primeriza tuvo a su bebé en la ambulancia que la transportaba a cien kilómetros que Montevideo, fue trasladada de urgencia al hospital de Casa de Galicia, pero lo milagroso -a pesar que los médicos no quieren usar ese término- es que la pequeña pesaba 460 gramos y tenía tan solo 27 semanas de gestación. España Exterior dialogó con la madre que ya está en su casa con la pequeña de 4 meses en perfectas condiciones y pesando 2,02 kilogramos.

Esta historia comenzó a vivirse cuando María José Valdez, una joven de 18 años que vive con su esposo, Mauricio Imbert, de 24, en la capital del departamento de Durazno, a 200 kilómetros de Montevideo, comenzó a sentir que algo no andaba bien con su embarazo allá por el 19 de enero, cuando aún estaba en su sexto mes.

Una vez revisada por el personal médico en la ciudad de Durazno, se indicó su inmediato traslado a Montevideo para una evaluación y tratamiento más apropiado, pero cuando viajaban en la ambulancia a mitad de camino, en la rotonda de Florida, tuvieron que detener el vehículo para atender el parto prematuro de la criatura que sus padres llamaron Maia.

La niña pesó tan solo 460 gramos y “vivirlo no fue changa porque somos primerizos”, reflexionó Mauricio.

La ruta de la ambulancia, una vez comenzado de nuevo su rápido viaje, cambió de destino con el primer hospital que había en el camino, el sanatorio de Casa de Galicia, donde hace poco más de dos años el actual presidente de la Xunta de Galicia tuviera la oportunidad de recorrer las instalaciones del más moderno Centro de Cuidados Intensivo para recién nacidos que se reacondicionara con parte de la ayuda del Gobierno gallego y fondos propios de esta mutualista.

Los padres de Maia estaban muy nerviosos, “nunca había entrado a un hospital”, confesaba María José que precisó el choque que resultó para ella tener a su hija en la ambulancia y tenerla que dejar en manos del cuerpo médico y enfermeras por su delicado estado.

Maia estuvo internada en Casa de Galicia 87 días en el Centro de Cuidados Intensivos donde recibió alimentación por vía venosa y con una sonda nasogástrica porque la pequeña no podía succionar.

También estaba conectada a un respirador, lo que nos permite percibir la crítica situación que padeció al entrar con 460 gramos pero que poco a poco fue evolucionando hasta su alta médica pesando 1.600 gramos, además de estar succionando pecho materno y sin ninguna secuela de su prematuro parto.

Maia permaneció unos días más en un sanatorio pediátrico del Banco de Previsión Social uruguayo, hasta que sus padres la llevaron con ellos a su hogar en Durazno.

España Exterior dialogó con la madre quién informó que ya está pesando 2 kilos con 20 gramos lo que la llena de orgullo.

María José explicó que “fui paciente con ella” y para lograr llevar adelante la traumática y crítica situación de su hija tuvo “una preciosa atención tanto con ella como con nosotros en Casa de Galicia durante más de tres meses” que estuvieron ambas internadas.

El director técnico de Casa de Galicia, doctor Juan Bico, no quiso hablar de “milagro” en el caso de Maia, sino que lo calificó de un “éxito terapéutico”, aunque dijo que “todo milagro hay que ayudarlo un poco, y eso más que nada el personal humano que interviene no es solamente el personal médico sino las enfermeras, las auxiliares de enfermería, todos los que están vinculados a mantener primero un ambiente limpio y ajeno de enfermedades que son la transmisión intrahospitalaria, esos gérmenes que a veces complican la viabilidad, y el cariño con qué trabajan también, porque los recién nacidos son los que perciben el cariño que tienen los que dedican su vida a tratar a estos niños”.

El jefe del Servicio de Recién Nacidos de la mutualista, doctor John Aldao, relató al diario uruguayo ‘Últimas Noticias’ que es un caso inédito en uruguay y también señaló que “logró sobrevivir sin secuelas gracias a los cuidados de una enfermería altamente especializada. Si bien el trabajo médico es importante, se desarrollaron acciones en el Servicio de Enfermería que fueron fundamentales para la buena evolución de la niña”.