Un trabajo cuya recta final encarrilaron la pasada semana, tras tres meses de tormentosa paralización, los portavoces parlamentarios, el popular José Antonio de Santiago y el socialista Ángel Villalba. Los dirigentes de ambas formaciones aprovecharon el reinicio del pleno de las Cortes para ultimar detalles, con el objetivo de intentar llegar al acuerdo definitivo en breve, posiblemente esta semana para poder a una propuesta consensuada en torno a los meses de junio y julio.
El reconocimiento de la cualidad de “histórica” para Castilla y León se incluirá en los cambios que ahora se plantean para la norma que hace las veces de Constitución de la Comunidad. Sin embargo las discrepancias entre PP y PSOE viene de la forma en que se incluirá. Por parte del PP, el texto no hará referencia a Castilla y León como “región histórica” y el de “comunidad histórica” será el mínimo que marcará el nuevo Estatuto. Los socialistas se inclinan por esta última definición. Además, propone incluir en el preámbulo una referencia a los reinos “de León y Castilla”, como una adaptación de la cronología histórica, puesto que primero fue el reino leonés. Por su parte, sindicatos y empresarios anteponen que la región tenga más competencias y suficiente financiación, al debate sobre la nacionalidad.