Los grupos de danzas y gaitas de la Casa de Zamora en Madrid actuaron por San Isidro

Además acogió un recital poético de Octavio Uña Suárez

Los grupos de danzas y gaitas de la entidad, con socios, en el día de San Isidro.
Un momento de las actuaciones.
Nazario Ballesteros, Mari Luz Uña y Octavio Uña Suárez.

El grupo Arribes del Duero mostró a los madrileños la jota de Villalcampo y Los Toritos.
Después disfrutaron de un suculento cocido en el Salón Viriato de la entidad junto con aquellos socios que quisieron acompañar a los grupos. Los gaiteros amenizaron la sobremesa y los comensales se echaron a bailar, disfrutando del día festivo hasta la cena. Para la presidenta, Mari Luz Uña, “es emocionante hacer disfrutar a los miles de zamoranos que viven en la capital, con estas pequeñas muestras o todas las semanas en nuestras instalaciones. Ojalá podamos seguir difundiendo el nombre y la tradición de Zamora por muchos años”.
Por otro lado, el poeta y sociólogo español, Octavio Uña Suárez, impartió un recital poético el pasado 11 de mayo en la Casa de Zamora, algo que para Mari Luz Uña era un honor para la entidad, tan ilustre visita en pro de la cultura.
El invitado quiso ser presentado por su amigo Nazario Ballesteros Miguélez, que glosó la capacidad intelectual de este zamorano ilustre, reconocido internacionalmente por su erudición cultural, fundamentalmente como sociólogo y escritor; pues tiene en su haber varias licenciaturas, cátedras, etc… tanto en España como en otros países. Como escritor es extraordinaria su obra científica, colaboraciones y obra literaria.
El poeta interpretó una extensa antología de sus publicaciones poéticas, que fueron la admiración del público que llenaba la sala.
Su presentador, Nazario Ballesteros -socio de la Casa-, recordó casi emocionado cuando le conoció solamente con nueve añitos que por circunstancias de la vida lo tuvo como alumno en su pueblo natal de Brime de Sog (Zamora), del que guarda uno de los recuerdos más entrañables de su vida y la gratitud y generosidad con que le sigue considerando como “su maestro”. Al final del acto, Ballesteros también recitó un poema que le identifica plenamente cuando transcurría el año 1954, en que se conocieron por primera vez.
Y obsequió a su “alumno predilecto”, con un Mural de Eneñanza elaborado en la escuela donde impartió la docencia a todos los alumnos del pueblo de Brime de Sog. Por su parte, Octavio Uña obsequió a Nazario con una de sus publicaciones poéticas, ‘Cierta es la tarde’, que dio fin a este acto cultural.