La Infanta Elena y Jaime de Marichalar firmaron su divorcio, dos años después de que se anunciase el “cese temporal” de su convivencia y tras doce años de matrimonio. Los Duques de Lugo mantienen una “fluida interlocución” por el bien de sus hijos, Juan Felipe Froilán, de once años, y Victoria Federica, de nueve, cuya custodia queda en manos de su madre. Jaime de Marichalar pierde el título de duque de Lugo, que le había otorgado el Rey cuando contrajo matrimonio.
Desde que se produjo la separación del matrimonio, Jaime de Marichalar residía en la casa familiar, mientras la Infanta Elena y los dos hijos de la pareja se trasladaron a vivir a una nueva residencia. Los abogados de ambos destacaron que el proceso se realiza con el acuerdo de los dos.