La periodista estadounidense Erin Andrews, reportera de la cadena ESPN (y que ahora trabaja en Fox Sports) recibió 55 millones de dólares de indemnización por haber sido grabada a escondidas en la habitación de un hotel de la cadena Marriott El acosador había subido aquel video a Internet, y la periodista entró en una grave depresión. No sé si es mucho o poco esta cantidad, porque la dignidad de las personas y su integridad moral posiblemente no tenga precio. Y hay personas en nuestro país que están siendo acosadas “mediáticamente”, de manera injusta, y sin que se atisbe una compensación, aunque sea económica, por tanto daño
Y hago esta reflexión con el foco puesto en una sociedad que ve normal la sacudida de millones, extraídos de las arcas públicas o del sacrificio de unos contribuyentes, y que fija unos baremos de castigo que son irrisorios, y que aplica distinta “vara de medir”, según el color que tenga el corrupto que ha sacado tajada del dinero ajeno.
Casi el 30% de alquileres que hay en España no se declaran a Hacienda. Y, entre ellos, especialmente los alquileres vacacionales. Es importante advertir que las consecuencias que se derivan de este “fraude fiscal”, si la Agencia Tributaria detecta la infracción, son graves: a) la pérdida de ventajas fiscales (los propietarios pueden tener una reducción de hasta el 60% de los rendimientos percibidos por el arrendamiento. Incluso son deducibles los gastos de conservación del inmueble, el seguro de hogar y otros); b) la condena al pago del total de los alquileres ocultos o que no se han declarado; c) el abono de los intereses desde la fecha del alquiler de la vivienda o local; d) el pago de una multa que varía en función de la gravedad del hecho. Además, si (con el fin de burlar a la Agencia Tributaria) no se formalizó contrato alguno, puede haber dificultades para poder reclamar judicialmente las rentas no pagadas o los desperfectos ocasionados en la vivienda o local, porque falta la prueba del documento suscrito entre las partes.
Estoy totalmente de acuerdo con aquellos que claman por un mejor trato a los emprendedores o pequeños ahorradores que, ante la duda de una pensión de jubilación que puede no llegar, se arriesgan a invertir y en crear riqueza a través de la compra de pisos o locales para alquilar. Muchas ciudades y pueblos de España deben su auge y riqueza a la “osadía” de unos emigrantes que dedicaron sus ahorros a invertir en su pueblo o ciudad para lograr un mejor rendimiento a sus esfuerzos con el trabajo y el aislamiento a que conduce la emigración. No es justo que se persiga con tanta carga fiscal a los que tanto han contribuido y contribuyen al bienestar de todos. Es una materia para meditar, pero también es una materia para legislar con un mejor sentido de la equidad y de la compensación ¿o no?