Los aragoneses residentes en Venezuela celebraron su Día y honraron a su patrón San Jorge

“Tenemos la obligación de levantar la moral especialmente en estos difíciles tiempos", dijo Manuela Herrera, una de las directoras de la Agrupación

Preparando las paellas.
Los directivos se dirigieron a todos los presentes.

“Un encuentro, unos abrazos, una paella y unos tragos nos harán mucho bien”, así rezaba la invitación al encuentro organizado por la Agrupación Aragonesa de Venezuela, que se celebró el pasado sábado 23 de abril en la ciudad de Caracas. El motivo era festejar el Día de Aragón y su patrón San Jorge y también para plantarle cara a la crisis venezolana, por aquello de que “los aragoneses nunca agachamos las orejas”.

En el boletín de la Agrupación Aragonesa, la única entidad emigrante que cumple con informar de forma periódica a sus amigos y simpatizantes, ya se advertía: “Una fecha y una celebración que nos encuentra un tanto desanimados. La situación del día a día de Venezuela ha generado apatía, poco entusiasmo para encuentros, dificultades para conseguir comida y muy elevados costos para llevar a cabo cualquier actividad”.

Por la falta de recursos, ya el pasado 12 de marzo ningún representante de la entidad pudo asistir al Pleno del Consejo de Comunidades Aragonesas en el Exterior, celebrado en Zaragoza, dando cumplimiento a los fines establecidos en la Ley de las Relaciones con la Comunidades Aragonesas del Exterior.

Ante la proximidad del Día de Aragón, se sondearon opiniones y adquirió peso la respuesta de una de las directoras de la agrupación, Manuela Herrera de Atance: “Tenemos la obligación de levantar la moral especialmente en estos difíciles tiempos. Debemos reunirnos para compartir y acrecentar la fuerza de un encuentro de aragoneses. No podemos rendirnos. Otra cosa no tendremos, pero nuestras raíces están vivas y debemos cultivarlas”.

Y fue así como pudieron reunirse animadamente amigos y simpatizantes con los aragoneses que residen en el país, en la sede del Centro Riojano, durante toda una tarde familiar. No faltó la misa inicial, a cargo del capellán Javier Duplá, ni las jotas y los juegos. Los aperitivos, paella y bebidas fueron costeados gustosamente por los asistentes.

Trina Lugo estuvo, como siempre, atenta a cada detalle, al igual que cada uno de los directivos de la Agrupación Aragonesa de Venezuela (Antonio Pargada Gil, presidente; Carolina Omedas Morera, vicepresidente; Carlos Ramos Royo, secretario general; Jose Torán Iserte, tesorero; los directores José Lerín; Antonia Mengod; Claudia Olive; Manuela Herrera, Juan Coronas; y los suplentes, Manuel Marín, Víctor Monge, Fernando Aznárez).