Los abucheos a Zapatero y la ausencia del abanderado de Venezuela marcan el desfile militar de la Hispanidad

El Rey y el Príncipe lamentaron los gritos contra el presidente incluso en momentos solemnes

Los abanderados que sí acudieron al desfile.

El desfile contó con la presencia, además, de banderas de los países hispanoamericanos que celebran el segundo centenario de su independencia. Sin embargo, pese a que estaba previsto, no acudió el abanderado de Venezuela, según se informó desde la Embajada de este país, por una indisposición, aunque de fondo está la polémica por la posible vinculación de alto funcionario del Gobierno venezolano Arturo Cubillas Fontán con ETA y su supuesta participación en el entrenamiento de terroristas de esta banda. Sí acudieron los encargados de portar las banderas de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador.

El Salvador, Paraguay, Bolivia y México, países que celebran sus bicentenarios. Otra polémica que marcó el desfile fueron los abucheos al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Los gritos en contra del titular del Ejecutivo son habituales en la cita aunque en esta ocasión destacaron por continuar incluso en momentos solemnes como el homenaje a los caídos, algo que criticaron en conversación informal con los periodistas tanto el Rey como el Príncipe.Dado lo sucedido,  la ministra de Defensa, Carme Chacón, anunció que se reunirá con todos los grupos parlamentarios para implantar un cambio de formato en la celebración de los actos con el objetivo de impedir que la fiesta se vea empañada por lo que llamó “reventadores”. Según la ministra, ese nuevo protocolo debe garantizar también el respeto a la bandera de España, a los caídos homenajeados en el desfile y a las Fuerzas Armadas.Sin embargo, el resto de los grupos políticos coincidieron en rechazar esta iniciativa. Desde el PP, su secretaria general, Dolores de Cospedal, acusó al Ejecutivo de querer “limitar la libertad de expresión a los españoles”. Cospedal señaló: “todos los que creemos en la libertad entendemos que prohibir manifestaciones culturales es un error incalculable para aquéllos que dicen defender la democracia”.Por otra parte, miles de ciudadanos, muchos de ellos con las banderas nacionales que fueron usadas para celebrar el campeonato del mundo de fútbol conseguido este verano, siguieron el desfile. Debido a la crisis económica, la marcha este año fue más sobria y austera, con menos participantes, ya que desfilaron  más de 3.000 militares frente a los 4.207 que lo hicieron en 2009, y algo más corto de duración.