138 intervenciones, lo que supone el doble de las registradas en 1997. Destaca el hecho de que se incrementó de forma notable el porcentaje de mujeres menores de diecinueve años que abortaron, el 13,8 por ciento del total en 2007 frente al 5,7 por ciento de diez años antes.
Además, otro dato llamativo es que el 22,9 por ciento de las mujeres que abortaron el año pasado en España ya habían interrumpido de forma voluntaria el embarazo en una ocasión anterior. Casi la práctica totalidad de los abortos se llevan a cabo en el sistema privado, de forma que la presencia de la sanidad pública es cada vez menor y se limita al dos por ciento.
Por otra parte, el motivo que se adujo de forma mayoritaria para justificar la intervención fue la salud materna, en el 96,93 por ciento de los casos y sólo en el 2,91 por ciento fue por la existencia de riesgo para el feto. Además, la mayor del parte, el 62,8 por ciento, de las interrupciones de embarazo fueron hasta la octava semana de embarazo.