Las elecciones gallegas dirimen si Núñez Feijóo logra la mayoría absoluta para el PPdeG por tercera vez consecutiva

El candidato a la reelección ofrece estabilidad y pide el voto de los socialistas descontentos

Xoaquín Fernández Leiceaga y Pedro Sánchez en el acto del PSdeG en Cerceda.
Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo en el mitin del PP en la plaza de toros de Pontevedra al que asistieron más de 12.000 personas.

Sería su tercera mayoría absoluta consecutiva.

Todas las encuestas publicadas contemplan ese escenario, aunque con un margen muy diferente: desde una muy ajustada, con los 38 escaños necesarios que la otorgan, en La Voz de Galicia, a  otras que incluso apuntan una mejoría de los actuales 41 diputados. Éste es, por tanto, el punto de partida de una campaña que tuvo como preámbulo el macrosondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que recoge que el PPdeG encabezado por Feijóo ganaría las elecciones con un 44,9% de los votos, 40 ó 41 escaños, lo que supondría la tercera mayoría absoluta del líder popular gallego.

Mientras, En Marea -liderada por Luis Villares-, con entre 15 y 17 diputados, y el Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG) -encabezado por Xoaquín Fernández Leiceaga-, con una estimación de 16, se disputarían colocarse como segunda fuerza más votada en las autonómicas del 25 de septiembre, ambas con un empate técnico en estimación de voto (19,9%).

Por su parte, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) de Ana Pontón, actualmente con siete escaños, lograría dos representantes en la Cámara gallega y Ciudadanos, cuya candidata es Cristina Losada, se encuentra a las puertas de entrar por primera vez en el Parlamento, con una estimación de entre cero y un diputado.

 Macroencuesta del CIS

Así se desprende de la encuesta realizada a partir de 3.450 entrevistas a ciudadanos de las cuatro provincias gallegas. En los anteriores comicios del 2012, el PP logró una amplia mayoría absoluta, al obtener 41 escaños, seguido del PSdeG, que consiguió 18 escaños, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), con 8 representantes y, por último, el BNG, con 7 escaños.

La campaña electoral no tardó en acoger a los líderes nacionales de los partidos respaldando a sus candidatos. Así, durante el pasado fin de semana se sucedieron las visitas de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez o Albert Rivera, entre otros. En el caso del PP, congregó a más de 12.000 personas el pasado día 10 en el mitin de Rajoy y Feijóo en la plaza de toros de Pontevedra, que tuvo que cerrar sus puertas por aforo completo, dejando fuera a muchas personas, en lo que fue una auténtica demostración de fuerza de los ‘populares’.

Alberto Núñez Feijóo está basando su campaña en transmitir una imagen de estabilidad en Galicia -frente al bloqueo de la política nacional, al recuerdo del bipartito gallego y a lo que considera el colapso de las alcaldías en manos de las Mareas-, que pretende mantener renovando el mandato en las urnas. El presidente del Gobierno central en funciones remarcó esta idea al asegurar que no quiere “para Galicia lo que pasa en España”, en palabras del propio Mariano Rajoy. 

Núñez Feijóo huye de las confianzas y está alertando a sus militantes y simpatizantes de que la mayoría absoluta no está conseguida y que deben pelearla voto a voto. Incluso apunta que el resultado será muy ajustado, hasta señalar que esa posibilidad sería casi un milagro, teniendo en cuenta que ninguna comunidad autónoma española está gobernada de esta manera. El candidato del PPdeG, en vista de la división que se vive en el PSdeG, pidió el voto de los socialistas descontentos con su partido y advirtió de que el apoyo a Ciudadanos (C’s) podría derivar en un gobierno de la izquierda y los nacionalistas si los seguidores de Rivera no logran escaños.

Feijóo presenta un balance de las actuaciones de su Gobierno resaltando las cifras positivas que ofrece la economía en cuanto a crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), descenso del paro o récords en las exportaciones, entre otras. Precisamente, por esa gestión rigurosa reitera su promesa de seguir bajando los impuestos y apoyando a las empresas con incentivos para atraer inversiones.

Y no olvida la agenda social, con las últimas actuaciones de su Ejecutivo para fomentar la natalidad, ayudar a las familias o evitar los desahucios; además de la mejora de los servicios públicos y de apostar por un gran pacto entre la Galicia rural y la urbana.