Las elecciones catalanas del 27 de septiembre centran el inicio del curso político con las generales de fondo

Los mensajes de los partidos se enfocan hacia la situación de Cataluña tras los comicios y a la economía

Respecto a Grecia, el 18 de agosto se aprobó en el Congreso de los Diputados el plan de rescate de la Unión Europea de 86.000 millones de euros, de los que España afronta 10.150 millones, sólo con el voto en contra de 20 diputados de la izquierda.
En cuanto a Cataluña, el debate gira en los últimos días alrededor de una operación de la Guardia Civil, que registró las sedes de Convergència Democrática de Catalunya (CDC) -el partido en el Gobierno, de Artur Mas- y de su fundación en busca de pruebas sobre una presunta financiación irregular mediante del cobro de comisiones del 3% de las adjudicaciones de obras. Este hecho ha producido divisiones en la coalición Junts pel Sí, que forma CDC con Esquerra Republicana (ERC) y las entidades soberanistas, puesto que algunas voces han pedido a Mas y a Convergència que demuestren con hechos su rechazo a la corrupción; además de las críticas generalizadas de los partidos de la oposición.
Otro asunto que provocó airadas reacciones fue la propuesta de un miembro del Govern de incorporar a los ‘países catalanes’ los territorios de Aragón, Comunidad Valenciana y las Islas Baleares. Tanto el PP como el PSOE y Ciudadanos cargaron contra los independentistas. Uniò, escindida de CiU, rechazó el apoyo a un presidente soberanista.
Y de cara a las elecciones generales, que se celebrarán previsiblemente en diciembre, la economía y los pactos centran el debate. El Gobierno y el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza destacan la salida de la crisis económica y una recuperación cuya única amenaza ven en un acuerdo PSOE-Podemos, alentando además el fantasma de la crisis griega. Mientras que los socialistas no descartan llegar a un pacto de gobierno con los ‘podemitas’ tras los comicios, incluso sin ser el partido más votado.