El gran pacto por el empleo se firma 9 años después del último. El objetivo es aumentar la afiliación en 95.000 personas hasta el final de la legislatura y dejar la tasa de empleo en el 66%, similar a la de la UE.
Al igual que en 1998, el sindicato nacionalista CIG volvió a desmarcarse del pacto alegando que es un miniacuerdo, reducido a políticas activas. Touriño calificó de “histórico” el acuerdo y sostuvo que marcará “un antes y un después” en las relaciones laborales de Galicia.
Los nueve acuerdos firmados se refieren a la Lei de creación do Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral, el Plan Estratéxico para a Prevención de Riscos Laborais 2006-2010, el Novo Modelo do Servizo Público de Emprego, los Obxectivos e Medidas de Emprego, la Formación para o Emprego, la Modificación da Lei do Consello Galego de Relacións Laborais, la Lei de Participación Institucional, el Pacto a prol da Responsabilidade Social Corporativa en Galicia y el Primeiro Acordo Marco para a Negociación Colectiva en Galicia.
Pérez Touriño se refirió de manera especial a este último, pues admitió que la Comunidad tiene “un exceso de convenios colectivos (más de 700), en muchas ocasiones para ámbitos de actuación mínimos”.
El titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el presidente de los empresarios, Antonio Fontenla, coincidieron en que el siguiente reto del proceso de diálogo social debe ser la búsqueda de “un pacto por la competitividad”, al que el presidente gallego añadió “por el desarrollo tecnológico”.
Acuerdo de 1998
El acuerdo del 1998 valió para mejorar las cifras, pero no se lograron las metas prometidas por el Gobierno de Fraga (285.000 puestos de trabajo en tres años). Entre 1997 y el 2004 se redujo el paro en 40.000 personas, lo que representó una caída del 18,6%, la mitad del total español. Los ocupados crecieron en el mismo período 10 puntos por debajo de la media estatal.