La superficie quemada el primer trimestre se redujo a la mitad respecto a otros años

Los incendios dañaron un 52% menos que en ejercicios con las mismas lluvias

Según el balance provisional, hasta el pasado 31 de marzo se vieron afectadas por el fuego un total de 5.673 hectáreas, el 80% de monte raso, más de la mitad localizadas en la provincia de Ourense, informó la Consellería de Medio Rural en un comunicado.
Por otra parte, la media registrada en los últimos cuatro ejercicios de los meses de febrero y marzo más secos, como fue el caso de 2009, se situó en las 11.779 hectáreas, lo que supone más del doble de afectación.
Según Medio Rural”estamos en el buen camino”, ya que “a pesar de estar en precampaña, la flexibilidad de contar con una empresa pública que puede destinar su personal a labores de prevención o extinción, en caso necesario, permitió hacerle frente al repunte de incendios que se produce siempre que hay una época de sequía, como ocurrió en marzo”.
El informe comparativo se realizó en base a años con niveles de pluviometría similar, ya que las oscilaciones en la superficie quemada “varían enormemente” en la función de la climatología, pues cuando se producen las lluvias habituales en estos meses “apenas arde”, mientras que cuando llueve poco “se producen repuntes”.


Más extensión para ser sostenible

La Federación Ecolóxica Galega (FEG) presentó una exposición basada en un estudio sobre la denominada ‘huella ecológica’, que concluye que cada gallego precisa una extensión equivalente a “seis campos de fútbol” para producir los recursos que consume y para “absorber” los residuos que genera. El secretario de la FEG, Celestino Quintela, resaltó que la huella ecológica de Galicia es “más elevada” que la española y “mucho más elevada que la mundial, que ronda las 2 hectáreas por persona”. Quintela afirmó que una gran parte de huella ecológica es relativa a la alimentación y a la cantidad de carne que se consume, ya que para producirla “se precisa una superficie muy grande de pastos para alimentar el ganado”. Otra déficit ecológico lo representa el consumo de productos marinos, y la “gran emisión de dióxido de carbono de nuestra industria, sobre todo de la energética”, concluyó Quintela.