La suerte sonríe dos veces a una peña del Centro Gallego de Llodio al inicio del año

El viernes 31 de diciembre comprobó que él y sus amigos habían sido los afortunados ganadores del sorteo de ese día y que gracias al ‘cuponazo’ se embolsarían nada menos que 9 millones de euros.
Sin embargo, tras la alegría inicial de Ignacio, llegó al desazón al comprobar que había perdido los boletos. Ni corto ni perezoso y tras rebuscar en su casa, se lanzó a por el contenedor de basuras y por fortuna encontró allí los boletos que unas horas antes creía perdidos.
En declaraciones a Radio Euskadi Ignacio contaba que por equivocación, había roto y tirado a la basura los décimos premiados este pasado viernes por el cuponazo con un total de nueve millones de euros en el centro gallego de la localidad alavesa.
“Por un lado, ha sido una buena entrada de año, porque ha caído una lluvia de millones, aunque, por otro lado, no encontramos los billetes porque no sé si ayer (el viernes 31), al repartir el dinero, los rompí. No sé si la lié gorda, pero gorda, gorda. Esperemos que no haya problema con esto, porque, si no, me van a crucificar”, manifestó el vendedor de la ONCE antes de recuperarlos, media hora después.
Cuando los encontró en el contenedor de basura los cupones premiados estaban arrugados y sucios pero intactos. Ignacio González, sin dar crédito ahora sí, a su buena estrella se presentó en la peña del Centro Gallego de Llodio donde lo esperaban otros catorce afortunados con el champán ya preparado, dispuestos no solo a perdonarle su imprudencia, sino a estrujarlo a besos y abrazos.
Cada uno de ellos cobrará unos 600.000 euros, ganados el último día del año y hay además otro agraciado con 35.000 euros que compraba habitualmente ese número aunque no pertenece a la peña de González y compañía.