Fundado el 15 de marzo de 1991, la Sociedad Campo Lameiro es la más joven de las doce gallegas existentes en Montevideo, aunque ha luchado desde su nacimiento para el reconocimiento oficial de galleguidad, sus socios también bregaron igualmente para levantarla con su espíritu tesonero que demostraron en sus vidas de emigrantes. Su presidente fundador, Javier Sayans, no pudo ver la inauguración de su primera sede en 2007, pero su espíritu estuvo en todos los presentes y este domingo al festejarse sus primeros 18 años de vida, también fue recordado. La institución está enclavada en la populosa barriada de Villa Española, donde hace medio siglo todos los domingos millares de españoles se reunían bajo los frondosos árboles del Campo Español a disfrutar y a recordar a su tierra, con sus tortillas, chorizos, regándose con sus botas de vino y la música de sus gaitas.
Las obras de esta institución, que hoy cumple su mayoría de edad, se iniciaron en el año 2000, y con el aporte de todos los socios no han cesado, aunque si demorado en su parte económica por la grave crisis que atravesó Uruguay en el año 2002, por lo que recién inauguraron sede hace poco menos de un par de años. Sin embargo hoy ya presenta un nuevo avance a lo que fue su inauguración, con una biblioteca a poco de ser habilitada y con el escudo en el frente del edificio y un horreo en el fondo.
Festejo del 18 aniversario
Presidentes de todas las instituciones gallegas que hicieron presentes para arropar a Heliodoro Sienra y Luis Cerviño, presidente y secretario de Campo Lameiro, quienes, además, recibieron la visita del jefe de la oficina laboral, Julio Olmos, y el responsable de la oficina de la Xunta de Galicia en Montevideo, Joaquín Buergo del Río.
Sin embargo, tras el discurso del presidente Heliodoro, Olmos y Buergo que leyó una carta del secretario de emigración Manuel Rodríguez, fue cuando el presidente de la sociedad Fraga Campo Lameiro de Buenos Aires, José Chao, anunció su propuesta para que su entidad y Campo Lameiro de Montevideo, se fusionen para conformar la primera sociedad internacional de Campo Lameiro.
El guante fue recogido y ahora comenzará el trabajo administrativo para poder llevar adelante este sueño de unir en una sola sociedad a dos entidades de ambas márgenes del Río de la Plata. Un almuerzo, música y bailes, dieron el marco adecuado a estos primeros 18 años de Campo Lameiro, así como también llenaron los ojos de lagrimas de todos sus asociados que aún se preguntan como fue que lograron crear esta sociedad en pleno siglo XXI. La respuesta estaba en el aire: el amor a su tierra natal.