Capdevila, en el minuto 93, firmó el gol del triunfo ante Perú (2-1), después de que Marchena regalara el empate a un rival menor que se conformó con poco.
La apuesta de Aragonés entremezcla ilusión y dudas, principalmente defensivas, después de pasar su primer examen en un intento de exhibir el fútbol de toque y vertical prometido: Las lagunas físicas y la falta de acuerdo conocimiento mutuo entre algunos jugadores lastra el juego de una selección que, todavía, no consigue emocionar a la afición.
Con todo, el seleccionador nacional ha podido sacar sus primeras conclusiones: Sus elegidos para el nuevo reto, conquistar la segunda Eurocopa de la historia de España, protagonizaron una carta de presentación entre la esperanza y el nerviosismo. Ante la incertidumbre del sistema y los futbolistas del once titular, Aragonés respondió con Villa, que sabe de gol más que nadie en esta ‘plantilla’, y arrancó en el banquillo un Cesc que no termina de ser ‘inglés’ con la roja. El ‘gunner’ está llamado a ser una estrella en la selección pero su presente no es el deseado y Xavi sigue siendo el amo y señor del centro del campo nacional. Dirigió con criterio el fútbol, se asoció con todos y fue el cerebro en los 45 minutos que estuvo sobre el campo. Él es una de las notas positivas de este estreno.
La primera prueba de España antes de la Eurocopa no le ha gustado nada a Luis Aragonés, descontento con detalles tácticos y la actitud de alguno de sus jugadores, como reconoció en la rueda de prensa posterior al partido.
Las primeras medidas han sido inmediatas, y tras la jornada dominical de descanso, los 23 futbolistas internacionales españoles en el regreso al trabajo del lunes, se ejercitarán en una doble sesión a puerta cerrada en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, algo muy poco habitual hasta ahora en las concentraciones de la selección.