La Reina Letizia inauguró en Santiago la reunión anual de directores del Instituto Cervantes

70 directivos en España y en el mundo hicieron balance de su gestión y fijaron la estrategia para promocionar el español y su cultura

Doña Letizia saluda al director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
Foto de familia de la reunión de directores del Instituto Cervantes.

Doña Letizia elogió el trabajo que lleva a cabo el Instituto Cervantes: “Gracias –dijo en su discurso- por llevar la lengua y la cultura en español a tantos lugares, por ser instrumento de convivencia e intercambio de conocimiento, por ser pioneros en la investigación de la enseñanza del español como lengua extranjera y en la aplicación de nuevas tecnologías; gracias por ser la referencia más sólida en la formación de profesores de una lengua como segundo idioma. Y, por supuesto, gracias por mirar a Latinoamérica y por ser la casa natural para difundir la cultura y el conocimiento en las diferentes lenguas de España”.
Su presencia era muy esperada en este cónclave, al que había acudido en años anteriores en calidad de Princesa de Asturias acompañada del entonces Príncipe Don Felipe, pero nunca como Reina de España. Afirmó que las Jornadas eran un buen momento para “celebrar” la fuerza del español: “Quinientos millones de personas son muchas personas”. Por eso, “conviene alegrarnos del hecho grandioso que supone que podamos relacionarnos, convivir, comunicarnos entre todos en esta lengua común”.
La Reina animó a los directores a volver a sus centros en todo el mundo “con un impulso renovado para seguir con la tarea importantísima de promocionar y difundir el español y su cultura, e iniciar a tantos millones de personas en ese misterio del “ser” y el “estar””.
El director del Instituto, Víctor García de la Concha, destacó el “interés primordial de la Corona” por todo lo relacionado con nuestra lengua y aseguró que la institución seguirá el proceso de “iberoamericanización”, porque el español “es un patrimonio común de todos los hispanohablantes”, de los cuales solo uno de cada 10 vive en España.
También intervinieron en la inauguración el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, que defendió esa apuesta por Iberoamérica, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que dio las gracias al Cervantes por fomentar en todo el mundo la lengua y la cultura gallegas. Por su parte, el alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, recordó que la capital gallega, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, es “un símbolo que ha desbordado las fronteras gallegas”.
Dos retos estratégicos
Entre otras cuestiones abordadas en esta cumbre anual, se analizaron dos de los principales retos que afronta el Instituto, ambas relacionadas con la certificación del español.
Por un lado, el SIELE (Servicio Internacional de Evaluación del Español como Lengua Extranjera), un nuevo sistema que se pondrá en marcha en 2016 en todo el mundo, empezando por tres zonas de interés prioritario: Estados Unidos, Brasil y China.
Creado por iniciativa del Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de Salamanca, el SIELE nace con el objetivo de consolidarse como el certificado electrónico de referencia, que se podrá obtener de forma ágil y rápida. Pretende dar respuesta a la creciente demanda de evaluación y certificación del nivel de español, y se dirige tanto a estudiantes de nuestra lengua en todo el mundo –21 millones de personas, según el último informe del Instituto Cervantes- como a hablantes nativos.
Por otro lado, la aprobación por el Gobierno de dos leyes para solicitar la nacionalidad española (una para sefardíes y otra para residentes extranjeros en España) exigirá nuevas responsabilidades al Instituto, ya que tanto unos como otros deberán superar dos pruebas administradas por el Cervantes.
La primera prueba será para obtener el diploma oficial de español DELE, con validez indefinida y reconocimiento internacional y que convivirá con el SIELE. Los aspirantes a la nacionalidad deberán superar al menos el nivel A2 del DELE, que el pasado año casi alcanzó las 70.000 matrículas y se realiza en más de 900 centros de examen en un centenar de países.
Los responsables del Cervantes analizaron el previsible incremento de demanda del DELE en todo el mundo. A este respecto, el secretario general, Rafael Rodríguez-Ponga, apuntó que las matrículas “se duplicarán, triplicarán o incluso se multiplicarán más aún en ciudades como Tel Aviv o Estambul”, en las que vive un gran número de sefardíes originarios de España.
La otra prueba que prepara el Instituto –y que también se analizó en la Reunión Anual- se denomina CCSE (Conocimientos constitucionales y socioculturales de España). Los aspirantes a la nacionalidad deberán superarla para demostrar que conocen la Constitución y la realidad actual españolas.
La Reunión se desarrolló en la Cidade da Cultura de Santiago, salvo la primera jornada, que arrancó en la sede central del Instituto en Madrid. En el acto de clausura, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destacó los contactos regulares que se mantienen con la Real Academia da Lingua Galega y con el Consello da Cultura Galega para, “a través de la plataforma del Instituto”, difundir la lengua y la cultura de Galicia en todo el mundo.
Esta ha sido es la segunda vez que la cita anual de todos los dirigentes del Instituto se celebra en Galicia. En 2005 tuvo lugar en La Coruña. Las siguientes tuvieron lugar en León (2006), Córdoba (2007), Soria (2008), Comillas (Cantabria, 2009), Alcázar de San Juan (Ciudad Real, 2010), Alcalá de Henares (Madrid, 2011), Salamanca (2012), Cáceres y Mérida (Extremadura, 2013) y Logroño y San Millán de la Cogolla (La Rioja, 2014).