La Medalla de Extremadura tiene por objeto reconocer, distinguir y recompensar a aquellas personas y entidades, cualquiera que sea el ámbito de su actividad que, dentro o fuera de Extremadura, hayan destacado por sus méritos o por los servicios prestados a la Región. Este galardón se entrega anualmente el Día de la Comunidad, el 8 de septiembre.
En la edición de 2009, la concesión de las medallas ha recaído en los periodistas, Pepa Bueno, Tomás Pérez Durán y Fernando Hernández Pelayo, éste último a título póstumo, fallecido en agosto de 2008.
Nacido en Cáceres en 1959, Hernández Pelayo fue redactor de RTVE, en el Centro Territorial de Extremadura. Compaginó su trabajo con un compromiso de ayuda a niños y niñas chinos para que encontraran en Extremadura unos padres a través de la Asociación Nacional de Defensa del Niño (Andeni), de la que fue socio fundador y presidente. Con la Medalla de Extremadura se quiere reconocer y agradecer su ardua labor para mejorar las condiciones de vida de miles de menores de los orfanatos chinos.
Tomás Pérez Durán, cacereño de nacimiento, ha sido galardonado por su prolongada vida profesional dedicada durante más de50 años a las tareas informativas en la radio que ha permitido a muchos extremeños conocer desde su voz los acontecimientos que han conformado el día a día de la historia reciente.
La otra periodista premiada con la mayor distinción de la Comunidad es Pepa Bueno, nacida en Badajoz en 1964, que ha desarrollado su trabajo en RTVE y combina su actividad profesional con una activa colaboración con ‘Escuela para todas’, una asociación sin ánimo de lucro centrada en la escolarización de las niñas en Camboya.
El pueblo portugués de Barrancos recibe la Medalla en consideración a los lazos culturales, sociales e históricos que lo unen con Extremadura. En numerosas ocasiones, Barrancos fue refugio de extremeños que, por una u otra causa, se veían obligados a huir de España. Lo fue a principios del siglo XIX para los liberales que escapaban de los Cien Mil Hijos de San Luis y, poco antes de la Guerra Civil, también para los propietarios de tierras que huían de las revueltas agrarias.
El investigador Pablo Campos Palacín, nacido en Cordobilla de Lácara, ha sido distinguido por su dedicación al estudio de la dehesa extremeña, transfiriendo los métodos de análisis desarrollados a partir del estudio de la racionalidad económica de los propietarios y trabajadores de la dehesa española a otros países de clima mediterráneo de Europa, África y América.
Medalla de Extremadura también para el Observatorio de Derechos Humanos del Ilustres Colegio de Abogados de Badajoz, por sus esfuerzos por lograr que cualquier persona goce de los derechos mínimos que deben garantizársele al enfrentarse a una causa penal, así como por extender los deseos de solidaridad y justicia del pueblo extremeño más allá de la región.
La politóloga y economista especializada en Ciencias Sociales, María Ángeles Durán, ha sido reconocida por ser pionera en el estudio de temas como el trabajo remunerado de las mujeres y la desigualdad en el uso del tiempo. Ha dado clases en varias universidades españolas y extranjeras.
Jesús Sánchez Adalid destaca por su brillante y exitosa trayectoria como escritor con títulos como ‘El alma de la ciudad’, premio Fernando Lara de Novela 2007 o ‘El mozárabe’, así como por su amor y dedicación a la tierra extremeña mediante su labor como cura de pueblo, a donde llegó tras renunciar a su trabajo como juez.
El dramaturgo y director teatral, Miguel Ángel Murillo, nacido en Badajoz, muestra en cada uno de sus trabajos, algunos de ellos premiados, el interés y preocupación que siente hacia su tierra, lo que le hace merecedor del máximo galardón de la Comunidad.
La cantante lírica María Coronada Herrera, nacida en Villafranca de los Barros en 1945 ha sido motivo de orgullo para Extremadura al haber paseado su voz de soprano por escenarios de todo el mundo. Destaca también su dedicación a la formación de nuevos valores a los que apoya y promociona sin reservas.