El Gobierno mostró respeto a la operación empresarial aunque es partidario de que la dirección continúe siendo española y el PP expresó su desacuerdo rotundo con la adquisición por parte de la compañía rusa.
La petrolera rusa Lukoil, cuyo principal accionista es americano, negocia la entrada en el accionariado de la española Repsol. La información se dio a conocer después de que una semana antes se hablase de una intención similar por parte de la también compañía rusa Gazprom. En principio, la operación de Lukoil abarcaría el treinta por ciento del accionariado, aunque si se superase este porcentaje, sería necesario lanzar una OPA (Oferta Pública de Adquisión de Acciones). La operación está propiciada porque Sacyr Vallehermoso y sus bancos acreedores ponen a la venta hasta un 29,9 por ciento de las acciones en la petrolera española.
Respeto a los intereses privados
Respecto a la posibilidad de que la compañía rusa Lukoil entre en el accionariado de Repsol, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que entiende que es bueno que Repsol tenga bandera española, aunque manifestó que tiene que ser “respetuoso con los intereses de la compañía y sus negociaciones para incorporar nuevos socios”.
Desde el PSOE, indicaron que el Gobierno exigió que la dirección de la compañía quede en manos españolas. En todo caso, Zapatero subrayó que el Gobierno velará y estará atento para que, en el caso de que se lleve a cabo la operación, “sea favorable para los intereses estratégicos de España y de la compañía Repsol”.
Seguridad y estrategia nacional
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, mostró su total desacuerdo con la operación ya que entiende que se quiere vender “a los rusos el suministro de energía, gas y petróleo español”. Justificó el líder popular su postura en “razones de seguridad y estrategia nacional”.
“Eso es inmoral e inaceptable, nos pondría como país de quinta división y no lo vamos a aceptar de ninguna de las maneras”, llegó a decir Mariano Rajoy, en el Congreso Provincia del PP de Almería, en Roquetas de Mar. Rajoy explicó que “nadie en Europa ha vendido su suministro de petróleo o de gas y se pone en manos de una empresa rusa”.
Instó el presidente del PP al Gobierno a que impida la operación empresarial, ya que considera que hay soporte legal para ello.
En este punto, pidió al Ejecutivo que “haga caso a Felipe González -ex presidente socialista- que le ha dicho que de ninguna manera se puede poner el gas, petróleo y energía española en manos de los rusos”.