La operación supondría para la rusa su primera incursión en el Sur de Europa y un puente para entrar en Latinoamérica, donde Repsol tiene una fuerte implantación.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, comparecía en rueda de prensa con el viceprimer ministro del Gobierno de la Federación Rusa, Alexander Zhukov, que fue el que lanzó la noticia, y aseguraba que no tenía idea de esta operación. Aunque en un primer momento el ministro señaló que el Gobierno no se inmiscuiría en operaciones privadas, al día siguiente, el Ejecutivo español expresó su oposición a la operación, al igual que lo hizo el presidente del PP, Mariano Rajoy. Desde Repsol manifestaron que no habían iniciado ningún contacto con la petrolera rusa.
Por otra parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió a Zhukov y le reiteró el interés del Gobierno español en seguir intensificando los lazos hispano-rusos a todos los niveles y en desarrollar las grandes posibilidades de cooperación en el área económica.