La nueva Ley del Retorno de Galicia comenzará en poco tiempo su tramitación en el Parlamento

Esta norma definirá la situación de los descendientes de gallegos en la diáspora ante la Administración autonómica

Santiago Camba presentó el ‘Barómetro de la Inmigración’ del año 2011.

El secretario xeral da Emigración, Santiago Camba, avanzó que la Xunta ultima el anteproyecto de Ley del Retorno, que está siendo analizada por la Asesoría Xurídica y “pronto” entrará en el Parlamento de Galicia. Camba hizo este anuncio el martes 10 de enero durante la rueda de prensa de presentación de los resultados de la segunda encuesta ‘Barómetro de la Inmigración’, correspondiente al año 2011, en el que estuvo acompañado por el subdirector general del Retorno y de la Inmigración, Antonio Aguarón.

Respecto a la futura Ley del Retorno, Aguarón explicó que el nuevo texto legal definirá el concepto de ciudadano gallego retornado y los plazos para considerarlo como tal. También distinguirá los retornos temporales y la situación de los descendientes de los gallegos en la diáspora.

Según los datos del ‘Barómetro de la Inmigración’ únicamente el 22% de los gallegos emigrados piensa en el retorno definitivo como posibilidad de futuro, aunque la mitad sí habla de retorno temporal, sobre todo por razones familiares. Todos los gallegos de la diáspora encuestados coinciden en que la promulgación de la Ley del Retorno en Galicia, que ya prepara el departamento de Camba, será un hecho ‘importante’ o ‘muy importante’.

El secretario xeral da Emigración explicó, sobre los gallegos que abandonan Galicia en la actualidad, que el Gobierno gallego no dispone de “datos fiables”, pero sostuvo que no son “cifras significativas”. En este sentido, indicó que “muchos salen a formarse” una vez terminada su etapa de estudios y eso “puede llevar a confusión” y a que se identifique a jóvenes “en periodo de formación” con jóvenes que emigran.

“Lo que no se ve -destacó Camba- es emigración gallega a Latinoamérica”. Sin embargo, uno de los efectos de la crisis ha sido que parte de los inmigrantes que vinieron a Galicia en los últimos años han vuelto a sus países de origen. Se trata, sobre todo, de hijos y nietos de gallegos que en su día emigraron y que, con las crisis vividas en lugares como Argentina, se decidieron a viajar a Galicia.

La otra consecuencia de la crisis es que en el último año se ha producido “un descenso importante” de los inmigrantes que se establecen en Galicia. El balance es que se han incorporado 4.000 personas, pero se han ido 6.000 y la población inmigrante en Galicia se sitúa en torno a 110.000.

Percepción más integradora

En general los datos del segundo Barómetro de la Inmigración dibujan líneas similares a las del Informe anual sobre la situación de la discriminación y la aplicación del principio de igualdad de trato por origen racial y étnico en España, editado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), si bien la percepción de los gallegos nativos resulta bastante más “integradora” que la de los españoles en su conjunto. Dicho estudio se realizó en los últimos meses de la anterior legislatura nacional.

Esto puede explicarse por la profunda huella histórica que dejó el hecho de la emigración en el inconsciente colectivo gallego y, también, por la menor presión inmigratoria -especialmente de países extra comunitarios- que recibe Galicia respecto de otras zonas de España.

Para la elaboración del Barómetro se realizaron 1.912 entrevistas telefónicas y presenciales a ciudadanos españoles y extranjeros mayores de 18 años. De ellas, 798 corresponden a ciudadanos españoles residentes en la Comunidad, 801 a extranjeros residentes en Galicia, y 313 a ciudadanos gallegos con residencia en el extranjero. Esta variedad de orígenes y residencias permite una comparación interesante entre la propia percepción y la visión foránea.

Entre los datos más destacables del estudio se sitúa que el 38 por ciento de los encuestados dicen que la relación entre inmigrantes y nativos mejoró en los últimos tiempos, aunque se registra un 22 por ciento de extranjeros residentes en Galicia que creen que la relación con los gallegos es peor que en 2010.

También desciende el porcentaje, tanto de gallegos como de foráneos, que dicen mantener relaciones habituales unos con los otros. Igual que sucedía el pasado año, la mayor parte de las amistades surgen en el ámbito laboral.

Cabe destacar la diferencia de perspectiva respecto del porcentaje de inmigrantes en Galicia. Así, mientras una amplísima parte de los propios inmigrantes, y también de los gallegos residentes en el extranjero, aciertan con el porcentaje, una buena parte de los nativos residentes en Galicia calculan muy por encima de la cifra real.

El 37% de los residentes gallegos consideran que los inmigrantes están bastante o muy integrados, y hace falta destacar que este porcentaje aumenta en el caso de los extranjeros: la mitad se ve bastante o muy integrados, aunque, en contraste, hay que señalar que el 44% cree que lo está poco o nada.

Legislación, y situación actual

Respecto a si las leyes españolas son o no tolerantes en la regularización de los inmigrantes, existe un dato que muestra una gran diferencia en los resultados entre los gallegos de la diáspora y los residentes en la Galicia territorial. Así, el 68% del gallegos residentes en el extranjero considera que la legislación es excesivamente tolerante, frente a tan sólo un 9% de los españoles residentes en Galicia. En cuanto a los propios inmigrantes, la mayoría de ellos se decantan por considerarlas ‘idóneas’ e incluso ‘tolerantes’.

Otro dato llamativo es que más de una cuarta parte de los inmigrantes encuestados califican su situación como ‘peor’ que cuándo salieron de su país, pero más de la mitad la consideran ‘igual’ o ‘mejor’.

Posibles efectos de la crisis

Una mayoría amplia, incluso de gallegos residentes en Galicia, considera un hecho positivo o muy positivo la presencia de niños inmigrantes en las aulas, y el 40% considera la integración de los extranjeros como un hecho positivo para el desarrollo del país. Y casi todos los encuestados creen que los niños foráneos no retrasan el normal funcionamiento de las aulas.

Eso sí, se constata un descenso en la visión del hecho migratorio como algo positivo para la economía española en la población nativa residente en la Galicia territorial, un hecho seguramente derivado de las peores condiciones económicas que sufre toda la sociedad. Muchos gallegos residentes en Galicia consideran, además, que los inmigrantes tienen más derechos que los propios gallegos (se trata de un nuevo apartado de la encuesta de 2011, por lo que no se puede observar la evolución respecto a 2010).