La ministra de Sanidad, Ana Mato, apuesta por la Historia Clínica Digital Europea

Explicó la directiva que garantizará a los ciudadanos de la UE claridad en sus derechos cuando se trasladen a otro Estado miembro

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, durante la reunión que ha mantenido con el comisario europeo de Salud, Tonio Borg.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, considera prioritario el diseño de plataformas digitales que favorezcan el mercado único en el ámbito de la salud, lo que se conoce como e-health. En el último año y medio se han hecho importantes avances en la implantación de la historia clínica digital y la receta electrónica y ahora, la intención es «hacer realidad lo antes posible la historia clínica digital europea». Así lo aseguró Mato el pasado día 5, en la sede de la Comisión Europea en España, donde participó en la Conferencia «Hacia un mercado único digital: salud y consumidores», en la que también intervino el comisario europeo de Salud y Consumo, Tonio Borg.
En el acto, organizado por la Fundación FAES y la Comisión Europea, la ministra detalló algunos datos que demuestran el desarrollo e implantación de e-Salud. En la actualidad, explicó, casi 20 millones de ciudadanos están ya incluidos en la base de datos de la historia clínica digital. Además, más del 61% de la población utiliza la receta electrónica, que se está haciendo interoperable.
Estos dos instrumentos, señaló la ministra «mejorarán la interconexión de los datos sanitarios de los pacientes» y son posibles hoy gracias a la creación de la base de datos de la Tarjeta Sanitaria Única Interoperable. Precisamente este proyecto de tarjeta única, «que impulsamos nada más llegar al Gobierno», recordó la ministra, ha permitido la identificación única dentro de todo el territorio español. De este modo, «facilitará que los datos más relevantes del historial médico del paciente estén disponibles en todo momento y en cualquier lugar donde pueda recibir asistencia sanitaria, mejorando así la calidad del servicio».
Asistencia y medicamentos
La ministra también se refirió, en su intervención, a distintas normativas en curso que proporcionan nuevas garantías de seguridad para consumidores y pacientes.
En primer lugar, a la transposición de la directiva de asistencia sanitaria transfronteriza, que garantizará a los ciudadanos de la UE claridad en sus derechos cuando se trasladen a otro Estado miembro. Se trata, afirmó, de «un proceso complejo en el que estamos trabajando de forma intensa junto con las comunidades autónomas» y para el que «contamos con el total apoyo de la Comisión Europea para facilitar el intercambio de experiencias entre los Estados miembros, las buenas prácticas y las mejores estrategias a seguir».
Por otra parte, Mato señaló la reciente modificación de la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, que tiene como uno de sus fines la regulación de la venta legal de fármacos a través de Internet. La ministra destacó que su objetivo es «incrementar las garantías de seguridad y calidad de los medicamentos, mejorando la transparencia» y que pasa de una farmacovigilancia «reactiva» a una «proactiva», para anticiparse y evitar problemas derivados del uso de los medicamentos.
Todas estas medidas, señalço la ministra, «suponen un paso adelante hacia una red de sanidad electrónica que permitirá impulsar la telemedicina como herramienta para prestar una atención médica personalizada».
Por otra parte, Mato destacó también el Proyecto de Ley que modifica la Ley General de Defensa de los Consumidores, aprobado el pasado mes de abril. Esta norma refuerza la seguridad jurídica de consumidores y empresarios en operaciones de comercio electrónico y, de esta manera «estamos alineando la legislación española con la europea para lograr el objetivo de establecer un mercado único digital».
En suma, concluyó la ministra, las nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de acceder al mercado único digital, tanto en el ámbito del consumo como en el de la salud, y el Gobierno de España apoya y contribuye a este objetivo de la Unión Europea.
«Mientras el ferrocarril redujo las distancias, el comercio electrónico las elimina», señaló. «Comprender la magnitud de este desafío y aplicar las medidas adecuadas para reducir los riesgos para los consumidores, garantizando un alto nivel de protección, son los retos a los que nos enfrentamos las administraciones sanitarias y de consumo».