La Liga se pone al rojo vivo

Primera División.

Los blaugranas mantienen el liderato pero con tan solo un punto de diferencia respecto a los hispalenses y dos sobre el Real Madrid cuando restan 7 jornadas para finalizar la Liga.
La afición del Sánchez Pizjuán puede respirar tranquila. A pesar del golpe sufrido en Valencia en la jornada anterior, el Sevilla confirmó estar preparado para la batalla final por la Liga. Ante un endeble Athletic, el cuadro andaluz firmó casi sin querer una goleada (4-1) que le mantiene en la línea de fuego por el título.
Por otro lado, Guti y Beckham empujaron al Real Madrid hacia una victoria imprescindible para que la llama de su esperanza no se extinga. Y que deja al Valencia muy tocado: ha perdido los dos partidos contra uno de sus rivales directos y se queda a tiro del Zaragoza en la cuarta plaza de la clasificación.
Al Real Madrid le salió un buen partido. Y decimos, le salió, porque con este equipo nunca se sabe. El primer gol de los blancos fue perfecto, una jugada perfecta y un remate perfecto de Van Nistelrooy. Y el segundo, un exquisito centro de Beckham. El inglés es un jugador impresionante. Si otros pueden presumir de que sus goles salvan encuentros, el británico puede presumir de que sus centros salvan encuentros. El 2-1 final mantiene al Real Madrid con opciones a llevarse el título liguero y descarta, casi por completo, las del Valencia.
El calendario favorece al Barça, que tiene enfrentamientos más sencillos. Así que atención a la jornada del 6 de mayo en la que se enfrentarán Real Madrid y Sevilla. Lo más probable es que de ese encuentro salga el equipo que plantará cara a los culés en el tramo final de la temporada.
El Zaragoza regresa a posiciones de Champions tras superar al Celta (2-0), que queda con los mismos puntos que el antepenúltimo. En un partido marcado por el calor, el conjunto de Víctor Fernández sólo pudo imponerse tras la entrada de Ewerthon, que marcó los dos tantos de la tarde.
Sólo los caprichos de esta Liga irracional se empeñan en mantener al Atlético amarrado al sueño imposible de la Champions. No cabe otra explicación lógica para asumir semejante absurdo. En Anoeta, ante un equipo amordazado por el vértigo del descenso, el guión volvió a repetirse (2-0). La Liga de Campeones a tiro, la tercera victoria seguida en el punto de mira y el batacazo de siempre.
Levante y Getafe empataron 1-1, en un partido en el que el conjunto valenciano se adelantó por medio de Riga y gozó de numerosas ocasiones que no supo concretar, lo que le costó el empate al equipo de Abel tras aprovechar Belenguer un rechace de Molina.
El Deportivo y Osasuna iban a empatar a nada en Riazor en un encuentro paupérrimo, pero un remate de cabeza de Alberto Lopo, en una jugada a balón parado y con dos minutos sobre el tiempo de descuento fue suficiente para que los coruñeses lograran el objetivo de la temporada, la permanencia.
Después de la derrota en el clásico gallego ante el Celta y la goleada encajada ante el Sevilla en la Copa del Rey, los coruñeses tenían ante los pamploneses la oportunidad de reconciliarse con la afición y certificar virtualmente la salvación en Primera División, algo que lograron sobre el pitido final.