La celebración tiene dos puntos algidos, a mediodía, con la llegada de ‘La negra Tomasa’ a la Plaza de España, rebautizada para la ocasión como Plaza de La Habana, y por la tarde, con el desembarco de los indianos y la batalla de los polvos de talco.
Esta parte de la fiesta, en la que el Ayuntamiento reparte 5.000 botes de manera gratuita, es una costumbre ancestral que proporciona una sorprendente imagen de ‘Carnaval blanco’.
Para esta ocasión, la capital de La Palma siempre se engalana de manera especial, rememorando sus lazos con el Caribe a través de una cuidada vestimenta, música cubana, decoración, gastronomía y personajes característicos como ‘la negra Tomasa’.
El periódico inglés The Guardian acaba de incluir a esta fiesta en su lista de los diez mejores carnavales alternativos del mundo.
Medios de comunicación de todos los países se hacen eco cada año de una de las citas más singulares y espectaculares del Carnaval de las Islas Canarias que congrega todos los años en La Palma a decenas de miles de personas de todas las islas, del resto de España y de todo el mundo.