La localidad de Ermua acogió del 25 al 28 de junio la trigésima edición del Día de Galicia que organiza la Irmandade de Centro Galegos en Euskadi que preside Pilar González. Al acto de clausura acudió el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, que pudo compartió con los gallegos residentes en el País Vasco esta importante celebración que cada año se organiza de manera rotatoria en alguna de las localidades en las que se asientan las comunidades gallegas integradas en la Irmandade.
En su alocución, Miranda destacó los múltiples vínculos que unieron a vascos y gallegos a lo largo de los años, especialmente en los dos últimos siglos: “Son muchos los episodios de alegrías y también de sufrimientos en los que ambos pueblos supimos estar juntos y unimos nuestros esfuerzos”, aseguró en una tierra donde la presencia gallega es especialmente destacada.
A este aspecto también hizo referencia el secretario xeral cuando agradeció especialmente a Ermua la integración de la colectividad de origen gallego, pues en esa villa, hasta hace bien poco tiempo, casi la mitad de su población tenía este origen: “Esta ciudad es paradigma representativo de la buena recepción que Galicia tuvo en el País Vasco, como lo es de la capacidad de integración de los emigrantes gallegos y también de aquellos gallegos de segunda generación ya nacidos en la diáspora”.
“Una integración -continuó Miranda- que no habría sido posible sin el papel activo de los gobiernos locales y también del gallego, y en ese sentido quiero agradecer al alcalde -y en su figura hacer un reconocimiento extensivo la toda la población- la acogida que siempre tuvieron mis paisanos”.
El responsable autonómico en materia de Emigración agradeció el trabajo intenso durante estos treinta años de la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi, promotora de la iniciativa del ‘Día de Galicia’, poniendo en valor los esfuerzos de la actual directiva de González, pero también de “todas y todos los que nos precedieron, sin cuya abnegada labor, a veces en condiciones precarias, no podríamos estar hoy en esta celebración”.
El pregón de la fiesta corrió a cargo del filólogo Paulo Martínez Lema, quien hizo un paralelismo histórico y también lingüístico -dando un erudito repaso a expresiones comunes de uno y otro pueblo- entre Euskadi y Galicia, y agradeció el honor de representar el profundo respeto y admiración que se tributan ambos pueblos.
Galardón
A continuación se entregó la ‘Anduriña de Prata’ de la Irmandade al senador Iñaki Anasagasti, “un vasco defensor de los valores que representó siempre Castelao”, sobre quien ha escrito un libro, “en su defensa de una Galicia dueña y orgullosa de sí misma”, según destaca la Irmandade en el reconocimiento al homenajeado. Justo, Rodríguez Miranda destacó la feliz coincidencia de que se le había reconocido a un vasco su acercamiento y difusión de Castelao justo en el día en el que, en la Galicia territorial, tenía lugar a entrega de las Medallas que llevan el nombre del egregio rianxeiro.
La Irmandade reconoció también la labor del empresario gallego Manuel Bautis, nacido en Santiago pero con medio siglo de residencia en Ermua, quien agradeció la muestra de cariño de sus paisanos “a un directivo de segunda fila”. Un aspecto que, en su alocución, Miranda contestó: “Pero persona de primera, como tantos que han defendido a Galicia allí donde se asientan”.
Además de Miranda y del propio Anasagasti, estuvieron presentes en la gran celebración de las colectividades gallegas en el País Vasco otras autoridades locales, como el alcalde de la villa de Ermua, Carlos Totorika, o el director del Gabinete de la Consejería de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco, José Manuel Bujanda.